Tan controvertida como apasionada. Capaz de despertar los más encontrados sentimientos. Y siempre ataviada con sus inseparables pamelas y capaz de entonar frases contundentes e inolvidables a cada segundo. Así era Karina Falagan, todo un personaje que marcó una época en Vigo y que ayer falleció en el Hospital de Fátima a los 67 años de edad tras una larga enfermedad contra la que luchó hasta el último minuto con ese empuje del que siempre hizo gala. Deja un enorme vacío no solo entre sus amigos y familiares, sino también en una playa, Samil, en la que su restaurante, el Jonathan, se convirtió en todo un referente.

Miles de anécdotas jalonan la vida de una mujer de carácter que, aunque nacida en un pueblo de León a mediados de la década de los años 40, hizo de Vigo su hogar tras pasar por Estados Unidos, Londres o París. Aquí forjó su vida e hizo amigos que, todavía impactados ante la noticia de su fallecimiento, no escatiman elogios. Un gran corazón, una bellísima persona, muy amiga de sus amigos, enormemente generosa y con una personalidad que deja huella. Son calificativos que se repiten cuando hablan sobre ella.

César Ballesteros, presidente de los hosteleros de Vigo y provincia y dueño del Hotel Bahía, recuerda que Karina era amiga de su padre, también fallecido, "y la amistad pasó a mí". "Tenía un grandísimo corazón, era muy noble y con una personalidad que marca", asegura. Distingue dos "Karinas". "Había el personaje mediático, una persona a la que no frenaba nadie, un espíritu libre y sin pelos en la lengua que decía lo que pensaba sin pararse a pensar en las consecuencias o si era lo más correcto", detalla.

"Y otra Karina era la más cercana, la amiga de sus amigos, una bellísima persona que hacía lo que fuera necesario por ayudar a sus seres queridos y con una memoria de elefante", explica. Lo que tiene muy claro es que no solo su familia y sus allegados la echarán de menos. "Vigo notará su falta, era irrepetible", concluye.

Chelo Delgado, cocinera del Restaurante Timón Playa y una de sus buenas amigas, reconoce que, pese a esperar la noticia, está afectada y le cuesta encontrar las palabras para definir a Karina Falagan. "Tenía mucha fuerza, un enorme carácter y era guerrera cien por cien por las buenas causas", recuerda. Repite que era "muy amiga de sus amigos y siempre tenía para todo el que necesitaba algo" e incide asimismo en que le dio "esplendor" a la playa de Samil con su Restaurante Jonathan. "Deja un vacío imposible de llenar, su presencia para mí era cotidiana", sentencia visiblemente afectada.

Otra de las personas que la conocía es la también cocinera Toñi Vicente. "Era muy generosa" y, al igual que Ballesteros y Delgado, subraya que era "muy amiga de sus amigos". "Era todo un personaje que no pasaba desapercibido, con muchas virtudes", señala tras enterarse de su muerte. "Hace quizás dos meses parecía que estaba fantástica y que había superado la enfermedad, pero no fue así", lamenta. "Lo siento en el alma, la quería mucho", termina Vicente.