La red parroquial de Cáritas Diocesana prestó ayuda el año pasado a 6.104 familias. Un total de 1.370 acudieron a los servicios centrales ubicados en García Barbón para solicitar fundamentalmente comida u orientación laboral. Esta cifra supone un ligero incremento con respecto a las 1.328 familias a las que se prestó auxilio en el ejercicio anterior y la demanda es mucho mayor, pero la secretaria general de la entidad, Marta Alonso-Lamberti, explicó durante la presentación de la memoria de 2012 que se ha optado por poner un límite para poder "mantener la calidad del servicio y ayudar a las personas el tiempo que lo necesitan". Esta circunstancia ha dejado a "entre 80 y 90 familias" en lista de espera que serán atendidas a medida que otros usuarios se den de alta.

El perfil de los usuarios que llegan hasta Cáritas es el de matrimonios jóvenes de menos de 45 años y con hijos, familias monoparentales y personas solas sin recursos. Coincide además que estos grupos poblaciones constituyen el grueso de la población viguesa y están sufriendo más el impacto de la crisis, por lo que el director de Cáritas Diocesana Tui-Vigo, Ángel Dorrego, destacó que se están realizando "intervenciones muy prolongadas en el tiempo. Antes de la crisis la principal demanda era de orientación laboral y ahora de lo que se trata es sencillamente de garantizar alimentación y poder mantener la vivienda", destacó en alusión a los dos principales problemas a los que se enfrenta la organización.

De las más de mil trescientas familias atendidas el pasado año en las instalaciones de Vigo, 846 contaban con unos ingresos mensuales por debajo de los 500 euros y hay un preocupante 23% -323- de los usuarios que no recibían ningún ingreso al perder el derecho a prestación.

Para hacer frente a toda la demanda de ayuda, Cáritas Diocesana empleó en el último ejercicio 1,4 millones de euros, siendo las partidas más importantes destinadas a "ayudas en alimentación", con 160.337 euros para 5.858 atenciones, y las de alquiler y pago de recibos de suministros, concepto en el que se invirtieron 154.368 euros distribuidos entre 1.359 intervenciones.

Entre los muchos programas que tiene activos Cáricas destaca también por el volumen de personas atendidas el de educación familiar y el servicio de empleo. Es otro de los más demandados con 623 personas que solicitaron el año pasado orientación laboral y 177 que recibieron ayudas de formación para el empleo. La entidad destinó a este conceptó 44.226 euros y logró la inserción laboral de 151 usuarios. Adicionalmente, los profesionales de la entidad prestaron asesoría jurídica a 612 personas, con especial incidencia de asuntos relacionados con inmigración o hipotecas, y otras 67 recibieron apoyo psicológico para superar alguna situación de dificultad.