El megacrucero Adventure of the Seas arribó ayer por primera vez a la ciudad y sus pasajeros disfrutaron de una soleada escala de nueve horas antes de seguir navegando hacia la costa cantábrica. La presencia de numerosas familias con niños de corta edad se hizo notar en el entorno de la Estación Marítima, que estuvo muy animado durante toda la mañana.

El buque llegó procedente de Southampton dentro de un viaje de una semana que completará con las visitas a Gijón, Bilbao y Le Havre, y que fue vendido a precios muy populares, a partir de unos 600 euros.

Inaugurado en 2001, este crucero, cuyo aspecto exterior recuerda al Independence of the Seas por pertenecer al mismo proyecto constructor, se inscribe en la clase "Voyager", compuesta por cinco unidades gemelas consagradas en su momento como los mayores buques de pasaje del mundo hasta que fueron destronados en 2004 con la llegada del Queen Mary 2.

En sus 137.276 toneladas de arqueo bruto, 211 metros de eslora por 49 de manga, y quince cubiertas, el Adventure of the Seas sorprende al visitante por su avenida comercial de 120 metros de longitud situada en las entrañas de la nave, así como por su pista de patinaje sobre hielo, su muro de escalada localizado tras la chimenea o el salón panorámico circular Viking Crown, una de las señas de identidad en toda la flota de Royal Caribbean.

Además, el buque dispone de teatro a tres niveles con capacidad para 1.300 personas, casino, numerosos restaurantes y bares temáticos donde poder escuchar diferentes tipos de música y actuaciones en vivo, y zonas específicas de piscinas para jóvenes y mayores.

Intercambio de metopas

Dado que ésta era la primera visita del Adventure of the Seas, el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Ignacio López-Chaves, participó a media mañana en el tradicional intercambio de metopas con el capitán del crucero.

El Adventure of the Seas combinará este año su presencia en Vigo con el Independence of the Seas, que realizarán en la ciudad cinco y diez escalas, respectivamente.