Temen que la falta de apoyo a la actividad cultural condene al folclore gallego a su desaparición. Por ello, la asociación viguesa O Fiadeiro, junto a la coruñesa Xacarandaina y la compostelana Cantigas e Agarimos, se ha propuesto que el baile de la tierra comparta con el flamenco, el silbo gomero o el fado el honor de pertenecer al Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y comprometer así a la Administración en su conservación. La

-¿Por qué decidieron proponer el baile gallego como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad?

-Las tres agrupaciones empezamos a juntarnos en 2006. Vamos por las aldeas y recogemos cantares y músicas. Cada vez que nos reuníamos saltaba esa espinita. ¿Por qué el flamenco sí y la danza gallega no? Sería un honor. Nos decidimos por el baile y no por la música porque la danza ya lo implica todo. Nos centramos más en lo tradicional, pero incluimos el resto también. No solo la muiñeira, también jotas, rumbas, ribeiras, pasodobles, contemporánea? Lo que queremos es que no muera nuestro baile de raíz. En un momento de recortes, podría llegar el día que desapareciera. Declararlo patrimonio inmaterial de la Humanidad es la manera de garantizar que perviva. Queremos dignificar nuestro folclore, que existe desde tiempos inmemoriales. El miedo que tenemos es que se quede en el olvido y, si es PIH; las instituciones tienen la obligación de conservarlo. No estaría mal que le destinaran un mínimo del 1% de su presupuesto.

-¿Qué implicaría el nombramiento?

-Son muchos requisitos los que hay que cumplir. Que haya un número importante de centros gallegos en el mundo, que este recogido en archivos? Queremos que la candidatura la presente la Xunta como institución, porque tiene más fuerza. Nosotros formaríamos una comisión de trabajo para cumplir los requisitos.

-¿En cuáles se están centrando ahora?

-Estamos buscando firmas de apoyo y registrando archivos particulares. En los pocos días que han pasado desde que lo anunciamos, se han puesto en contacto con nosotros una docena de centros gallegos de todo el mundo.

-¿Qué posibilidades hay de que la Unesco conceda el nombramiento?

-Fácil no es. A lo mejor no lo conseguimos el primer año o en el segundo... Nuestra intención es presentar la candidatura en 2014. Le hicimos la propuesta a la Xunta en enero y en la siguiente abordaremos todos los requisitos que hay que cumplir. Nosotros seremos la plataforma de trabajo. Solo le pedimos a la Xunta que presente la candidatura. A nivel económico no les pedimos nada.

-¿Cuál es la realidad del interés por el baile gallego hoy en la ciudad?

-Vemos que, en los últimos tiempos, se anotan a las clases más niños pequeños. En los colegios, antes, era una actividad extraescolar y eso se perdió. Es una lástima. Pero ahora empieza a volver ese interés. Es una alegría ver la gran cantidad de niños de entre 3 y 5 años que nos llegan.