La Eurorregión Galicia-Norte de Portugal verá en breve cómo se evapora una de las grandes trabas añadidas a los peajes lusos. El Ministerio de Fomento avanzó ayer que "en las próximas semanas" se "garantizará" la interoperabilidad del gravamen a ambos lados del Miño. O lo que es lo mismo: un coche de matrícula española podrá emplear su dispositivo de Vía T para abonar el canon en las carreteras del país vecino. Los conductores lusos tendrán las mismas facilidades a la hora de pagar las tasas españolas con su Vía Verde. El arreglo no es baladí. Una de las razones que explica el descomunal desplome del tráfico en las autovías de pago de Portugal -como la A-28 entre Galicia y Oporto, que perdió 10.000 coches al día desde 2009- es la dificultad que encuentran los extranjeros para abonar la cuota.

España y Portugal acordaron en la Cumbre Ibérica de Oporto -hace casi un año- trabajar por la compatibilidad de sus mecanismos de pago. Un proyecto piloto limó en los meses siguientes las dificultades técnicas. Quedarían ahora, desvelan desde el departamento de Ana Pastor, las "administrativas". Los plazos concretos los avanzó ayer en el Senado el Secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, quien dio cuenta del avance de los trabajos en la frontera. Enfrente, el senador socialista Miguel Fidalgo lamentó que Portugal adopte "medidas unilaterales que impidan la libre circulación" y "dañen la economía".

"Existe el compromiso de que para la próxima Cumbre Hispano-Lusa, de mediados de mayo, los presidentes anuncien la compatibilidad absoluta", resaltó el alto cargo. Según detalló, de las cerca de 30.000 muestras que se desarrollaron a modo de "experimento" solo terminaron en reclamación 50. Los Ejecutivos de Madrid y Lisboa proyectan ya "una buena campaña de comunicación" con el fin de "evitar sorpresas" a los españoles que circulan por las autovías portuguesas.