La ministra de Fomento defendió ayer una planificación más rigurosa de las infraestructuras y puso a la nueva terminal de Lavacolla inaugurada en septiembre de 2011 como ejemplo de "despilfarro" y "disparate" en la gestión pública. "Cuando llegué al cargo me encontré en materia de transportes varias obras que no son de este mundo. No me parece de recibo que nos dedicáramos a construir terminales aeroportuarias que ahora están prácticamente vacías cuando con la antigua valía perfectamente".

Aunque en su primera respuesta no mencionó ninguna en concreto, preguntada durante una entrevista en la Cadena Ser por ejemplos de ciudades donde se habían cometido errores mencionó la terminal de Santiago de Compostela. "Me gustaría que la gente vaya a verla para que compruebe que hay más de 2.500 plazas de aparcamiento totalmente vacías. Sobra terminal como para que la ciudad crezca durante no sé cuántos años", aseveró la titular de Fomento. El ministerio invirtió en el nuevo edificio 230 millones mientras mantiene vacía y sin uso la vieja terminal.

Pastor aseguró que se ha visto obligada a hacer "restricciones" en las inversiones para devolver una deuda que a su llegada al ministerio en 2011 cifró en 40.000 millones. "Se hacían muchas obras faraónicas con dinero prestado y a mí me toca devolverlo, ser más rigurosa y elegir las infraestructuras importantes que son aquellas que vertebran el país, como la Autovía del Cantábrico".

Apostó también por introducir cambios en materia ferroviaria y criticó al anterior ministro, José Blanco, por proyectar grandes estaciones para el AVE "diseñadas por grandes arquitectos y que no bajaban de los 100 millones", sin poner mencionar ninguna ciudad de forma directa.