La gastronomía es uno de los pocos atractivos turísticos a los que se agarra el sector ante una previsible Semana Santa pasada por agua en la que se descarta el turismo de playa, los viajes por mar serán complicados y las procesiones tienen todas las papeletas para no asomar fuera del templo.

El mayor filón, el archipiélago de Cíes, permanecerá incomunicado para todo aquel que carezca de embarcación propia. Las navieras Mar de Ons y Nabia suspendieron el inicio del servicio regular a las islas previsto para el pasado fin de semana debido al mar de fondo. La primera también anuló sus servicios de ayer y de hoy, mientras que Nabia canceló los de Cangas y mantiene la primera ida y la última vuelta desde Vigo. Informan que, de cara al resto de la semana, analizarán con un día de antelación la posibilidad de salir en función de la climatología.

Las cofradías lo harán solo veinte minutos antes. Ángel Dorrego, coordinador de las procesiones del Arciprestazgo Vigo-Centro, cifra en un 99% las probabilidades de que los pasos de Semana Santa no discurran este año por las calles de la ciudad, pero se agarra a ese 1% de esperanza. Veinte minutos antes del inicio de los preparativos de la procesión, examinarán el parte meteorológico. Para que los cofrades puedan sacar del templo las imágenes deben confirmarse cinco horas sin lluvia. "Es más importante que no se dañe la imagen y las personas que la acompañan y la contemplan, que el hecho de salir", sostiene.

La gastronomía, en cambio, no fallará. De hecho, los profesionales del sector destacan que es uno de los mejores momentos para disfrutar de ella. "Ahora el marisco está a muy buen precio", destaca César Sánchez, del Hotel Bahía.