La climatología no entiende de festividades y no será piadosa con aquellos que esperaban disfrutar o sacar algún rendimiento de la Semana Santa viguesa. La lluvia será la penitencia y el paraguas, la cruz con la que deberán salir a la calle residentes y turistas todos y cada uno de los días santos, según las previsiones de Meteogalicia. El primer periodo vacacional del año coincide en esta ocasión con un marzo que promete batir récord de precipitaciones. A falta de cinco días para la llegada de abril, ya multiplica por seis el agua recogida en el mismo mes del año pasado y supera en un 30% la media histórica elaborada por la Agencia Estatal de Meteorología en base a los años entre 1971 y 2000. Sobre el centro de la ciudad han caído 133,4 litros por metro cuadrado y en uno de los puntos más elevados del municipio, el campus, se precipitaron 188,5. Son los registros más altos, por lo menos, desde 2006.

Mientras que estas cifras no dejarán de crecer durante la semana, esta previsión ha congelado e incluso podría provocar el descenso de otras: las reservas hoteleras. La Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi) descarta ya la posibilidad de superar el 65% de ocupación, expectativa con la que encaraba esta festividad. Las ansiadas solicitudes de última hora no se han producido y los establecimientos vigueses logran cubrir poco más de la mitad de las camas disponibles desde el Jueves Santo al Domingo de Pascua. "Cuando las cosas van normal puedes superarlo, pero cuando arrastras resultados malos y esperas estas fechas como agua de mayo, que se fastidie por la climatología es un varapalo grande", describe Delfina Cendón, responsable del Hotel Ciudad de Vigo, que vaticina un 50% de ocupación.

"A menos que haya un milagro, no creo que aumenten ya las reservas", sostiene Diego Ogando, de Ogalia. En cambio César Sánchez, del Hotel Bahía, todavía tiene "esperanzas". Las cancelaciones dependerán de la meteorología. "Ya ha habido alguna y mucho me temo que como haya tormenta caerán más", sostiene José Antonio Domínguez, del Hotel Mar. Más optimista en este sentido es Cendón: "Si hubiera una gran diferencia de tiempo en otros puntos de España o Portugal, igual sí, pero como no es así...". La ciudad espera recibir "turistas de proximidad" que viven a un máximo de cinco horas en coche, un radio en el que la meteorología será semejante.

Galicia se enfrenta en Semana Santa a una sucesión de borrascas con frentes asociados, así como vientos de sudoeste que convierten a la zona atlántica en la parte más afectada. El peor día fue ayer, con alerta amarilla por lluvia en la provincia, ante el riesgo de superar los 40 litros por metro cuadrado en doce horas. Fornelos de Montes fue la localidad gallega donde más llovió con 86 litros por metro cuadrado al cierre de esta edición. La situación no mejorará hasta el miércoles por la tarde, cuando los chubascos dejen paso a claro s en el cielo que perdurarán hasta el jueves al mediodía, momento en el que el gris oscuro volverá a cernirse sobre la ciudad. A partir del viernes, el pronóstico es menos preciso, pero Meteogalicia avanza que habrá "alta probabilidad de lluvia" hasta el próximo martes, afectando también a los actos de la Reconquista previstos para el lunes Las temperaturas, "suaves", variarán entre los 11 grados de mínima y los 15 o 16 de máxima, excepto el jueves, cuando los termómetros bajarán hasta los 5 grados.

Aunque ha llegado de incógnito, la Agencia Estatal de Meteorología pronostica que la primavera será "normal" en Galicia, tanto en precipitaciones como en temperaturas, con valores medios entre 13 y 14 grados. En comparecencia pública, el delegado territorial en Galicia, Francisco Infante, ha califica el pasado invierno de "ligeramente cálido" y "húmedo