Los lazos que tejió Portugal con Galicia durante los años de bonanza ceden ahora a las aristas de la crisis. El Ejecutivo de Pedro Passos Coelho ultima el cierre de la oficina de la Agencia para la Inversión y Comercio Externo de Portugal -AICEP-. La sucursal, con una experta a su cargo en el edificio que ocupa el viceconsulado, es la única que existe en Galicia. Cada año cientos de firmas españolas o lusas interesadas en dar el salto al Miño acuden a su puerta en busca de asesoramiento. Además de la sede olívica, el Ministerio de Asuntos Extranjeros prevé clausurar antes de que termine el mes la sucursal de la AICEP en Badajoz. La sede central de Madrid y la de Barcelona asumirán el grueso de las gestiones. Fuentes de la AICEP aseguran a la Agencia Lusa que el desmantelamiento responde a "razones presupuestarias". "La cobertura quedará asegurada", garantizan.

El cierre del organismo en Vigo sentó como un jarro de agua fría a la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal. Tras conocer la noticia el alcalde de Viana do Castelo y presidente del Eixo Atlántico, José María Costa, achacó la decisión a la "falta de visión económica" del Ejecutivo lisboeta. "Si Galicia fuese un país sería el sexto destino de las exportaciones portuguesas. Eso es más de lo que exportamos a Estados Unidos, Holanda o Inglaterra", lamentaba en declaraciones a la Lusa. "Necesitamos potenciar y apoyar nuestras empresas en Galicia intentando, al mismo tiempo, captar inversión para Portugal", abunda Costa con argumentos similares a los que esgrime en la lucha contra los peajes en las autovías "ex-Scut".

¿Se notará la ausencia de la AICEP en Vigo? El gerente de la Cámara de Comercio, José María Orois, reconoce que "el volumen de actividad que maneja es muy elevado". Entre sus aportaciones destaca la de satisfacer la "necesidad de información" que generan los vínculos de la Eurorregión. Como recuerda Orois sus aportaciones en Vigo arrancan hace años con el Instituto de Comercio Exterior de Portugal -ICEP-. En su haber sobresalen las gestiones para la entrada en tierras gallegas de grandes firmas portuguesas, como la Caixa Geral de Depósitos o Cementos Cosmos. Su homólogo de este lado del Miño sería el Instituto Español de Comercio Exterior.

Las tablas del Instituto Galego de Estatística -IGE- dan cuenta también del importante vínculo que enlaza las economías gallega y lusa. Según los datos de su Observatorio Transfronteirizo Galicia-Norte de Portugal, el país vecino importó en 2011 -últimos valores publicados- mercancías elaboradas en Galicia por valor de 1.812 millones de euros; sus exportaciones a tierras gallegas ascendieron a 2.478,2 millones de euros. Esos datos convierten a la economía del otro lado del Miño en la segunda por volúmenes de intercambio, solo por detrás de Francia, país con el que los valores ascienden, respectivamente, a 2.042 y 4.888,6 millones de euros. Otra prueba de la fluidez del tráfico de mercancías es la polémica generada tras la implantación de los nuevos gravámenes en la autovía lusa A-28 de Viana a Oporto, que levantó a la clase empresarial de Galicia y la región lusa del Alto Miño.