Lleva más de cuatro décadas de su vida dedicada a la educación de los niños y niñas de Vigo. De esta manera, la religiosa Rosa Montoiro, jefa de estudios y subdirectora del Colegio Compañía de María, que dirige Mª Carmen Pascual, ha visto pasar por sus aulas y crecer a muchas generaciones de vigueses y también es testigo de excepción de los cambios de los modelos educativos a lo largo de las últimas décadas. Un curso después de celebrar el 125º aniversario desde la apertura de la institución en la ciudad olívica como centro femenino, el conocido popularmente como "La Enseñanza" recibe ahora el nombramiento de Vigués Distinguido.

-¿Qué supone para el colegio recibir este galardón?

-Por un lado es un reconocimiento a la labor que la Compañía de María hizo y hace en Vigo. Fue el primer colegio que hubo en la ciudad y está al servicio de una sociedad que ha ido creciendo. Al mismo tiempo, el colegio creció con esa sociedad, fue siguiendo el camino del desarrollo de Vigo.

-Lleva más de cuarenta años dedicada a la enseñanza. ¿Cómo ha cambiado?

-Ha evolucionado muchísimo y en diferentes aspectos, por lo menos desde que yo estoy aquí. A nivel académico, por ejemplo, hoy educamos a base de proyectos. A nivel humano, la Compañía de María siempre está con ojos de búho, mirando por donde va la sociedad para tratar de adaptarse y educar en consecuencia a los niños.

-Unos alumnos que también serán muy diferentes a los de hace dos o tres décadas.

-Los niños cambian mucho y son fruto de la sociedad, del momento presente. Su forma de ver la vida, de comprometerse ha cambiado. Precisamente lo bonito de la educación es tener que adaptarse a los cambios, pero siempre hay unos principios de los que se debe partir.

-¿Cuáles son esos principios educativos del Colegio Compañía de María?

-Nuestro principio es educar en la vida y para la vida. Tenemos el humanismo por herencia que nos trasladó nuestra fundadora, Santa Juana de Lestonnac. También queremos inculcar a los niños valores cristianos y humanos, como la justicia social, la solidaridad, la honradez... Valores que hoy, a veces, están un poco nubladillos.

-¿Es buena la juventud de hoy en día?

-Es buenísima. El problema está en que siguen el ejemplo de los adultos y muchas veces los ejemplos que les damos no son los mejores.

-El reconocimiento será también un aliciente para seguir, por lo menos, otros 125 años en la ciudad.

-Recibir el nombramiento de Vigués Distinguido para el colegio es un bonito impulso para seguir educando y tratar de ayudar a la juventud y a la infancia a ser personas. Y aquí estaremos, ojalá que otros 125 años más, mientras Vigo quiera para tratar de formar buenas cabezas, capaces de dar respuesta a los problemas que les plantee la vida.