El tejido económico vigués y gallego se nutre desde hace décadas con los profesionales formados en la escuela de Torrecedeira. Con una matrícula de 110 alumnos en primero y a un curso de despedir a su primera promoción, el grado en Comercio prepara ahora a los especialistas que nos ayudarán a salir de la crisis. De ello está convencido Patricio Sánchez, que acaba de ser reelegido como director del centro durante otros cuatro años. El rector firmó su nombramiento esta semana tras obtener el 100% de los votos en unas elecciones a las que concurría como único candidato.

-Su equipo gestionó la adaptación del centro a Bolonia con un grado en Comercio y dos másteres que conceden, en sus palabras, "singularidad" al centro.

-Decidimos presentarnos a las elecciones por consenso. Nuestro objetivo siempre ha sido la defensa del grado y el curso que viene despediremos a la primera promoción. Estamos convencidos de que va a funcionar bien y, junto con los másteres de Comercio Internacional y Dirección de Pymes, ofertaremos una carrera profesional bien definida. Por ahora los dos másteres también están marchando bien y muchos alumnos ya han encontrado trabajo en esos campos. La escuela es un centro de enseñanza conectado con la sociedad desde hace más de 40 años y tenemos un amplio abanico de empresas para que los estudiantes hagan prácticas y se den a conocer. En otras ocasiones, son las propias compañías las que nos piden profesionales con formación en idiomas, logística y contabilidad. Contamos con una gran solidez en este sentido.

-La continuidad de la escuela con un grado propio llegó a estar en duda, ¿fue su momento más duro como director?

-Fue un momento absurdo. La normativa estaba clara y la escuela quería transformar su diplomatura en un grado. Eso ya pasó y el tiempo nos va dando la razón. Tener el respaldo del 100% de los votos emitidos nos da ilusión para seguir empeñándonos en este trabajo.

-¿Qué perspectivas tienen los alumnos en el actual contexto de crisis?

-El tema es complicado y los jóvenes están sensibilizados y son muy conscientes de ello. Lo que transmitimos a los alumnos de Bachillerato cuando visitamos sus institutos para presentar nuestro grado es que de esta crisis se saldrá cuando haya más comercio y, por tanto, nuestros graduados tendrán una función muy importante y mucho que decir. Los alumnos del máster en Comercio Internacional ayudarán a las empresas a salir al extranjero con sus productos, otra de las medidas necesarias para superar la crisis, y también los estudiantes del máster en Dirección de Pymes pueden aportar soluciones en estos momentos.

-¿Están funcionando los másteres también como alternativa para los profesionales que pierden su trabajo o vuelven a la universidad para reciclarse?

-Sí, de hecho algunos de nuestros alumnos están becados por sus propias empresas.

-¿En qué medida le afectan al centro los recortes que sufre la educación y las universidades?

-Los recortes vienen dados por la autoridad superior y la capacidad de maniobra de la universidad a veces es poca, pero nos afecta en la gestión y la docencia. La gente no ve clara la posibilidad de hacer una carrera como investigador. Se han hecho esfuerzos muy importantes durante los últimos años y en educación el rendimiento no puede verse a corto plazo. Hay que apostar e involucrarse y la universidad tiene que hacerse más viva y estar presente en la sociedad. No se puede cortar de un año para otro, sino reposar e ir adaptándose a la realidad. Cada equipo que llega al ministerio quiere dejar su impronta y pone la casa patas arriba, lo que no es lo más adecuado. En el tema de los grados, por ejemplo, se empezó con un modelo de cuatro años más uno de posgrado, después se pasó al 3-2 y finalmente se nos impuso el 4-1. Y ahora se vuelve a hablar del 3-2. ¿Qué fundamentos tienen para tomar estas decisiones? Ahora que España ha optado por un modelo, lo lógico es que no lo cambien de nuevo.

-Junto con "Peritos", actualmente una de las dos sedes de la Escuela de Ingeniería Industrial, Empresariales es la única presencia física de la Universidad en la ciudad.

-Los dos centros siempre han destacado por ser formadores de los tejidos técnicos y empresariales de Vigo y de Galicia y se tienen que mantener. La escuela sigue teniendo esa conexión con las empresas para que los estudiantes de grado y máster hagan sus prácticas obligatorias.