Cansados de telefonear y enviar currículos por fax o correo electrónico sin obtener resultado alguno, cientos de parados acuden en persona a los solares de la ciudad donde hay actividad, a calles en obras y a las oficinas de las contratas con la esperanza de que el contacto directo favorezca el golpe de suerte. Allí entregan en mano sus datos personales y profesionales, cuentan su experiencia laboral si les pueden atender en ese momento, y algunos exponen situaciones desesperadas, con desahucios o embargos de viviendas al acecho.

"Es un goteo continuo desde que empezamos. Incluso en momentos de descanso, en la cafetería, vienen personas para dejarnos el . Nosotros los recogemos y firman la hoja de protección de datos", explica un responsable de la empresa que desmonta las fachadas del Edificio Bandeira, en O Calvario, donde se proyecta un centro comercial. Allí trabajan de momento solo tres operarios y habrá entre doce y quince cuando aumente la actividad, pero los pretendientes son muchos más. Desde que empezaron las máquinas a limpiar el interior hace poco más de un mes han pasado por el solar a dejar sus datos en torno a 150 personas. "Viene gente de todo tipo, algunos del sector y otros sin nada que ver. Hay personas en situación muy difícil", agregan desde la misma compañía.

Actualmente pese a la crisis hay en marcha cinco grandes obras públicas que generan cientos de puestos de trabajo en Vigo: la estación del AVE, la depuradora, el hospital, la remodelación de Peinador y la ampliación del muelle de Areal. Por las oficinas situadas al pie del solar de Urzáiz en el que empieza a tomar forma la terminal ferroviaria acuden a diario desempleados en busca de empleo, según confirman fuentes de la alianza de empresas adjudicataria. La entrega de currículos se extiende a las subcontratas. Una de ellas, con sede en un polígono porriñés, recibe entre 30 y 40 s mensuales. "Quienes vienen pasan por todas las naves a dejar sus datos", señala uno de sus responsables.

Ocurre lo mismo en la parcela que albergará la depuradora, en Coruxo. Los encargados de las empresas que realizan el movimiento de tierras, la fase actual de la obra, recogen los papeles de quienes se acercan a la procura de un empleo. Algunos han tenido fortuna. "Se ha contratado a cuatro o cinco personas", apuntan desde la obra. Dentro de unos meses aumentará la carga y en los momentos de mayor actividad habrá 250 trabajadores entre técnicos y operarios.

El problema es que, en la construcción de la infraestuctura hidráulica, la mayor parte del personal será especializado, y muchos de los currículos son de personas que carecen de la cualificación adecuada. La crisis ha provocado profundos cambios. Hace unos años se presentaban en las oficinas de las contratas profesionales con la experiencia y titulación acorde con la actividad a realizar, mientras que ahora los perfiles se han diversificado. "Hay de todo. Personas que no son del sector y licenciados que se ofrecen como peones", explican desde la firma que se encargará de la reforma integral del mercado de O Berbés, adjudicada por el Concello en 1,74 millones.

Por las antiguas bodegas Bandeira aparecen "fruteros, panaderos, desempleados del naval...", mientras que la sede de la empresa adjudicataria de varias humanizaciones realizadas en Vigo y que se encargará de la próxima adaptación del local para el Centro de Interpretación da Ría recibe "entre siete y diez currículos diarios", señalan desde las oficinas, bastantes de ellos de exempleados del sector de la automoción.

En medio de la crisis, muchas personas en paro ven una oportunidad de volver al mercado laboral en las humanizaciones promovidas por el Concello. Actualmente hay pocas ejecutándose, la principal en Areal, ya próxima a concluir, pero pronto arrancará otra tanda, con, entre otras, la remodelación de Camelias, la calle Moaña, varios tramos en el entorno de Rosalía de Castro o el paseo de Bouzas. El goteo de currículos ya ha empezado en las oficinas, y con seguridad seguirá a pie de obra en poco tiempo.