"Cuando nos enteramos de que habría becas para Japón todos los compañeros nos apuntamos por la posibilidad que suponen. La gente se esfuerza mucho, saca buenas notas y estas ayudas son muy necesarias. Yo no podría ir a Tokio sin ella, los cursos intensivos son muy caros y además está el alojamiento", reconoce Manuel Ameijeiras.

Por eso no entiende que estas becas -las 47 de este curso se entregan el lunes- estén en peligro por la postura del Bloque, que no las considera prioritarias. "Recortar en educación y en idiomas en un mundo global como el de hoy y en el que, tal como estamos en España, es habitual tener que irse a otro país no parece el camino a seguir. Estas becas me parecen fundamentales. Siendo europeos, aprender alemán o inglés debería ser un deber", plantea.