El nuevo barco romperrocas y las calderas de locomotora no eran las únicas actuaciones importantes que tenía en marcha el astillero de Teis.

Además de la mencionada embarcación, los propietarios de La Vulcano, tenían ya contratada con la Sociedad General de Obras y Construcciones, la de un gánguil de doble compuerta y de 200 toneladas de carga, con destino a las obras que aquella empresa tenía subastadas para ejecutar en el puerto de Vigo.