Promover el debate sobre la rehabilitación de La Panificadora y su apertura a la ciudadanía. Los colectivos Tankollectif y Entremos na Panificadora convocaron ayer una asamblea abierta en la federación vecinal para analizar la situación urbanística del inmueble y definir acciones que ayuden a divulgar su historia entre las nuevas generaciones. Biblioteca, archivo audiovisual de Vigo, museo, espacio para artes escénicas y música, centro socio-cultural,... Las propuestas para sacar partido al imponente edificio construido en 1924 son infinitas, aunque la prioridad de los organizadores no es tanto definir un plan de usos como forzar a las administraciones a recuperar la propiedad y protegerla como un ejemplo valioso del patrimonio industrial vigués.

"Entre las propuestas está crear una red de colectivos en apoyo de La Panificadora para hacer más fuerte la reivindicación, proseguir con las acciones de divulgación y enviar una carta a los ediles de la Corporación para que el Concello informe de los trámites que está realizando", resume Uxio Reinoso, portavoz de Entremos na Panificadora. Tanto en la web del colectivo como en la de Tankollectif se puede consultar esa propuesta de misiva en la que se pide al gobierno local que "informe cuanto antes a la ciudadanía sobre el estado de la modificación puntual del PXOM del ámbito de La Panificadora y se agilice este proceso administrativo".

El Concello decidió en 2010 suspender las licencias para bloquear el desarrollo del proyecto residencial previsto en la zona y hace apenas unos días el alcalde aseguraba que "está en estudio la expropiación" del inmueble para recuperar el edificio, aunque no hay plazos concretos por la complejidad del proceso tras fracasar el primer intento que se hizo de comprar la finca a las sociedades Promociones Montelouro e Invoga, a los que en gobiernos anteriores se les reconoció derecho de edificabilidad.

Al debate de ayer acudieron también representantes de Outro Vigo é Posible, colectivo que lleva años reclamando la recuperación del patrimonio industrial y con el que coincidieron en la necesidad de estructurar "un modelo de gestión económico sostenible basado en las demandas ciudadanas". No vale cualquier uso. Aunque defienden la inmediata rehabilitación del edificio, son conscientes de que un único gestor o un mismo uso para los más de 6.000 m2 tampoco sería la solución. "Se habló de combinar varias actividades dentro del inmueble, modelos de gestión público-privada e incluso de promover usos temporales en la parte dotacional para que sea un proyecto dinámino y abierto a todos", explica María Ríos, de Tankollectif.

Poner en marcha un ruta, señalizar las partes más relevantes de la construcción e impulsar iniciativas de divulgación en los institutos son otras de las propuestas debatidas y para las que se buscará respaldo de otros colectivos sociales y de vecinos particulares en los próximos meses. Se recogerán firmas de apoyo a través de las web de entremosnapanificadora.com y tankollectif.blogspot.com.es/, donde se pueden consultar numerosas imágenes recientes y antiguas del interior del inmueble y parte de su historia desde que Antonio Valcarce funda Cia. Viguesa de Panificación SA hasta que en 1981 cesó la producción.

Mientras se definen "nuevas acciones de reivindicación", sigue abierta hasta el 15 de febrero la exposición "Planifícate. - ti, para que utilizarías a Panificadora?", en el centro social Bou Eva (Rúa Terzo de Fóra, 11) y se utilizará su clausura para presentar un dossier sobre la Panificadora con una reseña histórica, descripción arquitectónica, evolución jurídico-administrativa y el movimiento social y cultural a su alrededor que se pretende usar como base del informe que se exige para promover la declaración del edificio como Bien de Interés Cultural (BIC) dentro del patrimonio industrial arquitectónico. Hace un par de años se recogieron firmas de apoyo y ahora se quiere llevar adelante el proceso completando toda la documentación.