Carmen Caamaño reside sola en O Calvario a pesar de sus problemas de visión, la diabetes y fallos en los riñones gracias al collar electrónico de la teleasistencia que hace tres años activó durante un infarto. Su hijo, Martín Melle, que reside fuera de Galicia, viajará el lunes a Vigo para formalizar la continuidad del servicio de forma privada e intentará luchar para que se mantenga el programa para mayores. "Ya avisamos a la asistenta social que queremos continuar porque para mi madre es una necesidad y una ayuda inmensa. Nos da tranquilidad", reconoce su hijo mientras reivindica la continuidad del servicio. "Poder avisar a Emergencias ante cualquier dificultad es un seguro para ella. No deberían jugar con la salud", lamenta.