A apenas unas horas de que la huelga indefinida de Vitrasa cumpla una semana la expresión que mejor retrata el estado de las negociaciones la aporta Juan Narciso Pazos, representante de la plantilla, :"están en punto muerto". Desde que el jueves por la tarde los sindicatos rechazaron la propuesta de la concesionaria de continuar el diálogo por separado, ambas partes no han vuelto a intercambiar una palabra. Ni se espera que lo hagan a lo largo de hoy. "Confiamos en proseguir el lunes o el martes con los contactos, pero de momento no estamos convocados para ninguna nueva cita", concreta Pazos. Desde Vitrasa se confirma la falta de avances en las últimas horas. "Para mañana (por hoy) no hay previsto ningún encuentro", concluyen.

Mientras, las paradas y marquesinas de la ciudad volvieron a registrar en las últimas horas colas de pasajeros afectados por unos servicios más mínimos que nunca. Como ya ocurrió la festividad de la Constitución y volverá a repetirse hoy, domingo, el 40% de cobertura -el 25% en horas de menor demanda- se aplica sobre el horario reducido de los días festivos. Eso supone, además del recorte de frecuencias, la suspensión de las líneas C4B, C9B, L12A, L17, L18, L21, L23, L29 y Nocturno. La convocatoria de ayer coincidió con una jornada, la Inmaculada, en la que miles de vecinos del centro y las parroquias aprovechan para hacer sus primeras compras de Navidad.

La falta de acercamiento entre ambas partes y de un "espacio común" que favorezca una solución fue lo que motivó que los dos mediadores del proceso, los inspectores de Trabajo y Seguridad Social José María Casas de Ron y Verónica Martínez, se levantasen el jueves de la mesa de negociación. "Quisimos evitar el desgaste del diálogo y el enrocamiento de las posturas", apuntaban el viernes ambos técnicos a este diario. En su opinión el proceso "no puede pasar más allá del lunes" sin que los protagonistas vuelvan a sentarse de nuevo para dialogar. "Estamos ante un conflicto que afecta, ni más ni menos, que al servicio público del transporte en bus de Vigo; hay decenas de miles de afectados todos los días", recuerda Casas de Ron para recalcar la "urgencia" de encontrar un concierto. "Empresa y sindicatos deben visualizar el final del proceso", aporta Martínez.

El enorme impacto que ocasiona el conflicto lo lleva más allá incluso del debate político. La Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) instó el viernes al consenso. "Hacemos un llamamiento a que se desconvoque la huelga y se llegue a un acuerdo entre las partes a la mayor brevedad posible", señaló su presidente, José Manuel Fernández Alvariño, tras condenar los "ataques violentos" que sufrieron dos autobuses que cubrían la línea del Cuvi el pasado martes.