El camino de enlace del Berbés con Bouzas era una de las mayores necesidades para el desarrollo de la zona marítima de la ciudad. La anárquica implantación de numerosas industrias a lo largo de las playas de San Francisco, Coya, San Gregorio y Bouzas, sin sujetarse a un plan especial previsor, inutilizó por mucho tiempo la apertura de la más lógica de las vías que debieran unir todo el sistema de enlace de los burgos pesqueros vlgueses el Berbés y Bouzas.

La idea de este enlace ocupó desde hace mucho tiempo un lugar preeminente en las Juntas de Obras del Puerto, hasta que un decidido esfuerzo para llevarlo a cabo cuajó en el plan de obras hace unos años iniciado y que hoy ya nos muestra las más bellas realidades. El presupuesto total de estas obras superaba los sesenta millones de pesetas.

Al unir estos dos burgos pesqueros por medio de tan importante avenida, que bien pudiera llamarse Avenida de Beira-Mar, quedó unificado el puesto con dímensiones extraordinarias, a base del centro comercial en el Berbés y el de descanso, reparación y alimentación en Bouzas; desarrollándose los servicios de la manera más lógica, cómoda y económica y desapareciendo de una vez las lamentables y equivocadas luchas por el emplazamiento del puerto pesquero, sostenidas antaño por falta de visión adecuada, Este puerto, en realidad, no podía estar ni en el Berbés ni en Bouzas exclusivamente sino en los dos sitios, unidos por Coya.Y esta unión la ha resuelto la vía de enlace mencionada, ya en construcción muy adelantada y cuya necesidad la pone de relieve el hecho de que, una vez hecho el relleno de las playas de San Francisco y Coya, y sin esperar a practicar pavimentación alguna, ya el tráfico rodado irrumpió espontáneamente trazando pistas de circulación entre ambos extremos del relleno y las bases pesqueras.

Conviene tener en cuenta para explicar este fenómeno, que la distancia del Berbés con Bouzas por las vías Urbanas del Paseo de Alfonso XII, General Aranda (hoy Pi y Margall) y Tomás A. Alonso es de 4,700 metros, mientras por beiramar queda reducida a 2.400.

Este camino se divide en dos partes. La primera, de cerca de un kilómetro, a partir del Berbés, avanzó sobre el mar en una profundidad de 150 metros; lo que permite disponer de una ancha franja de relleno en la que son trazadas dos calles longitudinales de 20 metros de ancho cada una, paralelas a las dársenas y unidas por varias transversales.

Estas dos calles servirán, una para el tráfico verdaderamente urbano, y la otra para el característico del puerto; quedando también una ancha franja de terreno entre la avenida y el muro para el desarrollo de las faenas del puerto, entre los pantalanes, rampas, etcétera.

Y por en medio de ambas calles queda una amplia zona de solares con una extensión de unos 55.000 metros cuadrados para edificios industriales ligados a la vida marítima, alguno de los cuales ya se ha construido: los frigoríficos modelo de gran capacidad y otras concesiones iniciarán seguidamente sus obras de edificación.

En el segundo trozo, o sea desde la calle de La Coruña, el problema planteado por las grandes industrias navales establecidas en toda aquella zona, cuyos derechos era preciso respetar, y por interés de la ciudad , en lo posible, causar los mínimos perjuicios, se resolvió con una calle de 20 metros, corriéndose las industrias hacia el mar aquellas factorías cuyas labores características son la construcción o reparación de buques. Y con esta prolongación por San Gregorio se ha logrado el total enlace con Bouzas.

Estas obras están ahora en una de sus fases finales y en varios tramos se procede ya al adoquinado y a los detalles de urbanización.