No pocos conductores trataron de circular ayer por las autovías de pago lusas con el dispositivo de telepeaje gallego (el Vía-T, con el que opera Audasa en la AP-9). Sin embargo, se encontraron con la desagradable sorpresa de que saltaban las alarmas a su paso por los peajes, relatan desde el Eixo Atlántico y añaden que vivieron situaciones similares en el peaje de O Porriño usuarios portugueses que utilizan el dispositivo Vía Verde. La institución sostiene que se trata de un "boicot" de las concesionarias de las autopistas y exige que, en un plazo de 24 horas, se solucione el problema y los sistemas de cobro gallego y luso sean compatibles.

El Ministerio de Fomento informó esta semana de que, desde el 1 de octubre, está en pruebas el sistema de interoperabilidad de estos dispositivos de telepeaje. Destacó, sin embargo, que aún no está activo, sino que solo puede emplearlo un pequeño grupo de muestra. Todavía no han facilitado fechas de cuándo se pondrá en marcha. El Eixo Atlántico, por su parte, se apoya en un correo de la patronal de las autopistas (Aseta) al gabinete de la ministra Ana Pastor para asegurar que la interoperabilidad ya es una realidad. La institución interregional pide que no se tomen medidas punitivas contra los usuarios "víctimas de maniobras internas de las empresas" y advierte de que, si alguno es multado o no se resuelve la situación en 72 horas, interpondrá una denuncia ante el Comisario de Competencia de la Comisión Europea.