FARO anunciaba el 13 de octubre de 1882, hace 130 años, que la ciudad ya disponía de un plano general de la ciudad. "Su necesidad, se señala en la primera página del periódico, se había dejado sentir en Vigo hace años más que en ninguna otra ciudad de Galicia, a causa del desarrollo que esta población tomaba por las condiciones especialísimas de su gran puerto".

Y se hizo por fin el plano, siendo realizado por el Ayudante de Obras, D. Manuel Fernández Soler y su trabajo ha sido aprobado por la Excelentísima Corporación Municipal. Por ese plano se rigen en la actualidad las construcciones modernas que en la ciudad se llevan a cabo.

Sin embargo, así como la necesidad del plano general era reconocida y perentoria, lo era igualmente su vulgarización, tanto para los vecinos de Vigo como para aquellos que pudieran llegar a serlo el día de mañana. Y para eso se había pensado en reducir sus dimensiones a las que son usuales en los trabajos de esta especie para oficinas y escritorios particulares.

El señor Fernández Soler, "que reúne entre sus buenas condiciones particulares una laboriosidad grandísima", acometió por su cuenta la reducción del plano a la escala 1:2.500, con lo que su primitivo trabajo se encuentra dispuesto para pasar a dominio exclusivo del Ayuntamiento.

Cuenta ocho calles longitudinales; la primera arranca al Sur de la casa del señor Carreras y termina en la calle de Carral, recta y de pocas expropiaciones. La segunda longitudinal, arranca de la nueva trasversal, (emplazada frente a la Fuente del Gallo) y muere en la plaza de la nueva Iglesia de Santiago de Vigo, que limita al Sur con el camino de Circunvalación.

La tercera, da principio detrás de la fábrica da fundición de D. Antonio Sanjurjo y faldea los terrenos del desmonte hecho para la Estación, y viene a concluir al Ramal. La cuarta arranca por detrás de la casa del Sr. Santoro, en el Pino, y termina en el actual camino de Ronda, detrás de la cárcel.

Las otras cuatro longitudinales, son paralelas y dada la configuración del terreno, aparecen como superpuestas hasta las posesiones de los ares. Carsi, Jáudenes, Gaset y Buenaga, bajando al Campo de Granada.

Hay once trasversales hasta la casa de D. Camilo Molins, y como obras nuevas se aprecia un Hospital general a la cabeza de la playas de Guixar, un Arsenal del comercio, cerca del dique del Sr. Paralló y desde el Arenal al muelle de madera, un malecón que sigue la forma del mar, con sus rampas y muelles de desembarco, Bolsa de Comercio y monumento a Méndez Núñez y en la parte que falta por concluir del malecón, pasado el muelle de madera, depósitos para el comercio, una Aduana en el relleno, el teatro de Cervantes y la citada iglesia parroquial de Santiago de Vigo.

Desde el muelle de La Lage parte un malecón hasta la Rivera y desde el matadero viene un espigón hacia el Norte a cerrar el segmento de arco que forma aquella playa convirtiéndola en ensenada segura para embarcaciones de pesca a causa de un muelle huevo saliente hacia el Norte, que figura en el plano.

Esto es lo más culminante del plano, aquello que lleva el sello de lo nuevo y útil para Vigo, notando la tendencia que en ese trabajo hay por regularizar las manzanas de los edificios a la figura del cuadrado, así es que el trapezoide y el paralelogramo entran por mucho en la nueva proyección.

Para el periódico resultaba evidente que un plano de esta especie, que abraza el ensanche del pueblo y regulariza lo actual, no tiene que ser consultado a cada momento por distintas causas, y que nadie, como su autor, ha de apreciar ciertos detalles en ese trabajo consignados con la paciencia del estudio sobre el terreno. De ahí el pedir su distribución a los interesados.