Las huelgas de trabajadores portuarios que están afectando con distinta incidencia desde hace meses a los principales puertos de Portugal traen como consecuencia para el puerto de Vigo el incremento de escalas en varios tráficos al recibir buques que en principio tenían reservado atraque en puertos del país vecino. Para la Autoridad Portuaria, la llegada de estos buques "aunque se producen por una situación que se prevé temporal, demuestra la capacidad del puerto vigués para realizar operativas con buques de gran porte".

La gran beneficiada por esta situación ha sido sin duda la terminal de contenedores, que ya en marzo recibiera un gran mercante, el MSC Krystal que arribaba a Vigo tras cancelar su escala en el puerto de Sines, dentro de su línea regular entre el Norte de Europa y puertos de Brasil y Argentina. De este modo este buque se convertía en el mayor carguero de sus características que había arribado nunca a los muelles vigueses. El atraque supuso un movimiento global de estiba y desestiba de 280 contenedores con carga general destinada a los mercados españoles y portugueses, y piezas para el montaje de vehículos en las plantas que el grupo PSA Citroën tiene en Sudamérica. Pero desde el pasado 20 de setiembre y debido a que la conflictividad laboral continúa en Sines, los barcos oceánicos de la naviera MSC que cubren la citada línea continúan viniendo a Vigo con una frecuencia semanal. Ese día atracaba en Guixar el MSC Mira, muy parecido al MSC Krystal, y con idéntico motivo. La escala tendría su continuidad una semana más tarde de la mano del MSC Ilona, que volvía a batir el registro de mayor portacontenedores llegado nunca al puerto de Vigo, poco acostumbrado a recibir mercantes de 300 metros de eslora por 40 de maga y 6.750 contenedores de capacidad. Además, esta escala supuso que el muelle de Guixar recibiera el primer tren con contenedores de la última década. El convoy llegaba procedente de Sines con 24 contenedores que serían embarcados en el MSC Ilona para Sudamérica. La última llegada dentro de este mismo servicio oceánico entre Europa y Sudamérica, la protagonizó el pasado jueves el MSC Fortunate, de parecidas dimensiones a los dos primeros, y en el que también se descargaron y embarcaron unos 300 contenedores.

Además de estas escalas extraordinarias, el puerto vigués se benefició asimismo el pasado lunes de la presencia del trasatlántico inglés Queen Victoria, que con 2.000 pasajeros a bordo, canceló su atraque en Leixoes dentro de su ruta entre puertos del Mediterráneo y Southampton, para hacerlo en Vigo.

De este modo y gracias a su estratégica situación geográfica, los muelles vigueses se han convertido en un magnífico puerto refugio que posibilita el atraque de barcos que no pueden hacerlo en Portugal, sin descartarse que esta actividad extra se mantenga mientras perdure la conflictividad en los puertos lusos.