La rebaja de un 15% en los peajes de las antiguas Scut supone un ahorro para los conductores extranjeros y también para los ciudadanos y empresas portuguesas que no están ubicadas en sus inmediaciones y que carecían hasta ahora de privilegios económicos. No así para los usuarios habituales y afincados en las cercanías de estas carreteras, que pierden los diez viajes gratuitos que tenían hasta ahora y que ven como todos los conductores pagarán el mismo precio que ellos. "Es una medida sin sentido que penaliza a las empresas y a los ciudadanos que utilizan a diario estas carreteras y beneficia a los usuarios esporádicos y puntuales", critica el portavoz de la plataforma "Naturalmente No", Jorge Passos.

Luis Ceia, presidente de la patronal de Viana do Castelo, tampoco aprueba la medida. "Solo beneficia a las empresas de transporte de mercancías. En todo caso, insistimos en que en la región Norte no hay ninguna alternativa gratuita y que deben eliminarse estos peajes". Joaquim Covas, responsable de la asociación empresarial Vale do Minho, denuncia también que la extensión de los descuentos "penaliza" a los usuarios habituales y aboga por un régimen de bonificaciones en función del número de viajes que se realice.