En un "ejercicio de responsabilidad y solidaridad hacia el conjunto de la ciudadanía", el colectivo de taxistas de la ciudad ha decidido asumir la subida del IVA €que en su sector pasa del 8 a 10%€, para que no repercuta en el cliente. Lo harán hasta el 1 de enero, lo que les supondrá dejar de ingresar alrededor de 50.000 euros en unos momentos muy complicados también para el sector. Su presidente, Manuel Chorén, explica que con esta contribución tratan de "aliviar la carga de cada uno de los vecinos, todos ellos, potenciales clientes".

-¿Qué les ha movido a adoptar esta medida?

-Pensamos que nosotros teníamos que hacer alguna aportación ante la crisis que atravesamos, los recortes que tenemos y lo mal que lo está pasando Vigo, que es una de las ciudades industriales que más padece ahora mismo el paro. Pensamos en quitar esos dos puntos de IVA hasta primero de año. Es una aportación, según nuestros cálculos, de 50.000 euros.

-¿Qué grupos creen que saldrán más beneficiados con ella?

-Todos en general, pero cuando lo decidimos pensamos, sobre todo, en la gente mayor que opta por el taxi porque no puede coger otro servicio, al que usa el taxi para ir al médico o a la gente joven que sale a tomar algo por la noche.

-¿Se trata de una decisión consensuada?

-Lo hablamos las dos asociaciones y pusimos carteles en las paradas para informar a la gente y nadie me manifestó que estuviera en contra.

-¿Todos los taxistas están obligados a respetarla?

-Yo no le puedo decir a nadie que no lo suba si quiere hacerlo.

-¿Con esta medida también tratan de evitar un agravamiento del descenso de clientes?

-Si pensáramos egoístamente, sería factible subir la tarifa porque el taxi tiene una clientela que lo coge prácticamente siempre o que lo tiene que hacer por necesidad. Aunque hiciésemos menos carreras, si lo subimos creo que nos compensaría. Pero preferimos dejar de ganar para que la gente pueda usar más el taxi. Dijimos, pues vamos a soportar nosotros el IVA estos cuatro meses y no se lo vamos a aumentar al cliente.

-¿Y después de estos cuatro meses?

-A primeros de año, se sube siempre la tarifa. Aprovecharemos y veremos de meterlo ya todo. Lo que no podemos estar es año tras año soportando esos costes, sobre todo porque el trabajo también se nos redujo mucho. Estamos ahora mismo con un bajón de clientela de casi un 35 o 40%.

-¿Cuánto le supone al sector este descenso en la demanda?

-Pues mucho. Estamos haciendo largas jornadas sin trabajar lo que teníamos que trabajar. Solo estamos quitando para gastos, para salir del atolladero, como muchos otros sectores. El comercio y la pequeña empresa están sufriendo mucho, están cerrando negocios. La crisis del naval también nos repercute; ya no viene gente de fuera que necesite que los llevemos a los astilleros. Además, este verano con la crisis se nota más. Por las tardes no se mueve nada. Puede que haya que plantearse que solo trabajen la mitad y el resto estén de vacaciones. Hay compañeros que lo están pasando realmente mal.

-¿Tienen socios que hayan tenido que dejar el negocio?

-Mucha gente. Otros han optado por dejar de contratar asalariados. Además, ahora tenemos un problema añadido con la gente que nos está haciendo la competencia de forma ilegal incluso con coches particulares. Va a llegar un momento que la cuerda rompa por algún lado. Nos están quitando el pan de la boca.