La verdadera esencia de la capoeira se puede encontrar en Vigo gracias al "Grupo de Estudos Angola", los "custodios" en la ciudad y en casi en todo el país de este arte ancestral. La asociación, con sede en Pi y Margall 117, celebró durante este fin de semana su décimo aniversario mediante un encuentro internacional que contó con una veintena de alumnos de toda España atraídos por la presencia del Maestre Ciro y Maestre Boca Rica, dos autoridades brasileñas en la materia.

La conocida como "Capoeira Angola" se diferencia de la "Regional" en que conserva la musicalidad, los movimientos, técnicas y tradiciones más primitivas de este arte-lucha nacido hace más de 500 años en Brasil de la mano de los esclavos angoleños. El vigués Diego Sanromán, responsable de la academia, se interesó por la capoeira "siendo un adolescente a través de una película americana". Posteriormente conoció a un brasileño en Vigo que le enseñó las primeras nociones. "Quería aprender de verdad, así que conseguí contactar con Maestre Ciro en Salvador de Bahía para que guiara al grupo". Así, desde hace una década, Ciro acude durante un mes a impartir sus clases a Vigo y posteriormente recibe a Diego en su escuela de Brasil. Ciro fue pupilo del recientemente fallecido Jôao Pequeno, alumno a su vez de Mestre Pastinha, fundador de la primera academia Angola y uno de los personajes más importantes de la historia de la capoeira. "No me extraña que este arte enganche a tanta gente de fuera de Brasil, a fin de cuentas también en su origen era extranjero en nuestro país", comenta Ciro, no en vano, su pareja es japonesa y él también imparte clases en Alemania. Además, es músico de reggae: "Ambas cosas tienen un origen común: África", razona.

La docena de "capoeiristas" vigueses han realizado viajes a su escuela en Salvador de Bahía para aprender más de este arte y de toda la filosofía que conlleva. "En su origen es un juego entre dos personas y también un combate; pero ahora la podemos entender como una lucha mental, política y social que incluso se traslada a los cánticos que acompañan las "rodas", razona Diego.