Mobiliario antiguo como pupitres, sillas o bancos de la capilla, máquinas de escribir, casullas de los sacerdotes, tocadiscos, un proyector de cine o libretas de calificación. Son algunos de los objetos que se pueden ver en la exposición que el IES San Tomé de Freixeiro inaugura esta tarde, a las 19.30 horas, con la que empieza a conmemorar el 50 aniversario del centro. Bajo el título "O instituto feminino de Vigo. Curso 1962-63", enseña también las orlas de las primeras 505 alumnas que realizaron sus estudios en el entonces denominado Instituto Nacional de Enseñanza Media Femenino de Vigo.

Según explica el actual director, Víctor Garví Soler, elaboraron las orlas escaneando una a una las fotos de carné conservadas en las fichas de las alumnas. "De ese primer año, cinco volvieron como profesoras tras estudiar la carrera y aquí estuvieron más de tres décadas", explica. Fotos y listados del profesorado de entonces, cuadros con resultados académicos o imágenes de colecciones privadas del año de su apertura completan la muestra.

Apunta que para recuperar el material, buscaron en los sótanos y desvanes del edificio, donde se almacenaba, aunque alguno estaba todavía en uso en las aulas. "Incluso encontramos tapas y respaldos de los antiguos pupitres utilizados como baldas en el almacén de limpieza", señala Garví Soler.

La exposición –que se mantendrá abierta hasta noviembre en horario de lunes a viernes de 12.00 a 14.00 y de lunes a jueves de 17.00 a 19.00 horas– es un acto previo a la celebración oficial del cincuentenario del instituto y su objetivo es animar a exprofesores y exalumnos a participar en las celebraciones. Así, para principios del curso próximo están previstos más actos conmemorativos, como una muestra fotográfica o una cena, organizada para el 26 de octubre.

Además, la muestra persigue enseñar a los actuales alumnos y a los visitantes cómo era la enseñanza de hace 50 años y ofrecer un pequeño recorrido por la historia de un instituto que abrió sus puertas en el curso 1962-63 como femenino. Tras pasar a llamarse Nuestra Señora de La Guía, en los años 80 se cambió el nombre por el de Santo Tomé, la parroquia en la que está ubicado. También en esa época, concretamente en 1981, entraron los primeros chicos en el centro. Hoy, cinco décadas después, empieza a repasar su historia.