Autor de 30 artículos en las mejores revistas científicas, profesor invitado en más de 120 conferencias y considerado como una de las personalidades de mayor prestigio en la radiología española, Francisco Tardáguila acaba de ser distinguido con el máximo galardón de la Sociedad Española de Radiología Médica. El jefe de servicio de esta especialidad en Povisa recogerá la Medalla de Oro en el congreso de Granada, entre el 25 y el 28 de mayo.

– Tras múltiples premios en importantes congresos como el de Viena o el de Chicago, ahora lo distinguen con la Medalla de Oro. Poco le queda por conseguir en su carrera,…

–Uno no trata de conseguir determinadas menciones, uno trata de seguir haciendo bien su trabajo, y eso es lo que me mueve. De todas maneras, esta distinción para mí es un orgullo y una satisfacción muy grande, porque me la dan mis compañeros. No es el premio a mi trabajo solo, es el premio a la gente que ha trabajado conmigo y que me ha ayudado tanto todos estos años, que sin ellos no hubiéramos podido conseguir nada.

–Después del éxito de su servicio durante todos estos años, ¿a qué aspira profesionalmente?

–A lo que aspiré siempre, a hacer las cosas bien, a seguir trabajando y a mejorar cada día. Del logro del que estoy más contento es que después de muchísimos años yo sigo yendo cada día contento a trabajar. Y para mí esa es la mejor satisfacción y el mayor éxito personal que tengo.

– El Gobierno recortará 10.000 millones en sanidad y educación. ¿El sistema sanitario es intocable?

–No. La sanidad es un factor esencial y de justicia social importantísimo. Entonces tenemos la obligación de preservar la asistencia sanitaria, la calidad y las prestaciones que influyen en los pacientes. Pero debemos reconocer que durante mucho tiempo existía un grado relativamente importante de gastos prescindibles. Y todos debemos colaborar en eliminar cosas superfluas que incrementan el gasto y que no tienen una repercusión directa en la calidad y en las prestaciones sanitarias a la población.

–¿Dónde habría que recortar?

–Hay muchísimos escalones. Se están ahorrando importantes cantidades de dinero en farmacia. También se podría ahorrar en material fungible, como catéteres, stents, que cuestan un montón de dinero y que pueden ser utilizados con un poco más de sentido de lo que cuestan.

–Aparte de farmacia y material, ¿dónde se podría ahorrar para sostener el sistema sanitario?

–En todos los eslabones. En personal, tanto administrativo, políticos, gestores, médicos, enfermeras, etc. El personal habría que economizarlo. Hay muchos aspectos, como las guardias; en muchos ámbitos a lo mejor están sobredimensionadas y eso también es necesario racionalizarlo al máximo. Y todo esto debe ser compatible con el mantenimiento de la calidad asistencial. Estoy seguro de habría personal que estaría dispuesto a no cobrar sus pagas extraordinarias si le permitieran estar tres meses de vacaciones.

–Ya se habla de aplicar la tijera en prestaciones básicas.

–No apoyo el recorte en las prestaciones. Y aspectos como el copago, que están encima de la mesa, a lo mejor son inevitables pero son muy discutibles. Es evidente que quizá la gente que tiene más posibilidades económicas pues tendrá que sufragarse una parte de la sanidad. Pero habrá que preservar a todas las personas que no tienen capacidad económica.

–Entonces apoya la propuesta de la Xunta de pagar las medicinas en función de la renta.

–La opinión abstracta es la de cualquier persona: no. Pero la realidad nos está obligando a hacer cosas que no nos gustan. Antes de eliminar una prestación sería mucho más lógico ir por el camino de decir que paguen parte de los fármacos a partir de determinada renta. Cataluña lleva haciendo dos años medidas. Aunque hay protestas y tensiones, la calidad asistencial no se ha deteriorado significativamente y se está consiguiendo ese ahorro del 10%. Nosotros tendremos que ir por ahí, es inevitable. Hay que empezar a recortar.