La Semana Santa deja buen sabor de boca en los hoteles de la ciudad. Con el recuerdo todavía reciente de la campaña de 2011, que dejó una ocupación de apenas el 30%, el sector da por buena una afluencia media del 65% que, en algunos negocios, obligó a colgar el cartel de "no quedan habitaciones". El turista estrella estos días festivos fue el gallego, un perfil que, según César Ballesteros, presidente de la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi) gana fuerza. "De no existir hace solo unos años ha pasado a representar ahora el 30%", asegura. En el polo opuesto está el cliente portugués, el gran ausente esta campaña.

La terna jueves, viernes y sábado concentró el grueso de la actividad. "La gente ya no pide días libres y solo viaja los festivos", apunta Ballesteros, quien se reconoce "satisfecho" con el balance de la semana. Al recortarse los días de viaje el turista opta por desplazamientos breves que, en la mayoría de los casos, no sobrepasan los 300 kilómetros. "Hablamos de mucha gente que decide viajar en el último momento en función del tiempo", abunda Beatriz González, portavoz de Ahosvi y directora del Hotel Tres Luces. Desde hace años y cada vez con más frecuencia, el sector percibe que el turista espera hasta el último momento para hacer sus reservas.

En cuanto al tipo de cliente más activo este año, Ballesteros señala a "familias gallegas que hacen desplazamientos cortos en coche". "Ha venido gente de Madrid, León, Valladolid, Zamora... pero también mucha de aquí", concreta el responsable de Ahosvi, quien habla incluso de desplazamientos dentro de las Rías Baixas. "Algunos hoteles de Sanxenxo nos comentan que han tenido clientes vigueses", pone como ejemplo, un caso que también se constata entre A Coruña y Vigo. En suma, el 90% de los turistas fueron nacionales y el 10% restante pasó de concentrarse en la figura del portugués que opta por pasar en las Rías Baixas los festivos, a difuminarse entre varias nacionalidades. "Antes en mi hotel se hablaba portugués en Semana Santa pero ahora ya no es así", comenta Ballesteros. Según datos del sector la afluencia de viajeros lusos cayó un 60% por la combinación de crisis y los nuevos peajes.

Entre los factores que ayudaron está el clima y las fechas en que cuadró Semana Santa. "Se daba muy buen tiempo para Galicia mientras la previsión era peor para el resto de España", comenta González. La responsable de Tres Luces reconoce en cualquier caso que las lluvias que empañaron el viernes y el sábado llevaron a algunos clientes a cancelar sus reservas o incluso adelantar las salidas. La estancia media fue de 2,5 noches. Sobre la ubicación de la Pascua en el calendario, González explica que "si la semana coincide muy pronto y todavía hay nieve la gente opta por otros destinos y eso nos perjudica". El último empujón se lo dio el propio sector, con rebajas en sus tarifas que rondaron "entre el 15 y el 20%".

Si bien el resultado de los días festivos fue satisfactorio, los hoteles anotaron un mal resultado las tres primeras jornadas. "El lunes y martes la ocupación fue del 20%", reflexiona Delfina Cendón desde el Cidade de Vigo, quien eleva la del jueves y viernes al 75%. La razón es la caída de los viajes de negocios por las fiestas pero también por el estado de la industria olívica. "Se nota mucho, sobre todo en lo que tiene que ver con los viajes del sector naval", aporta Cendón, que urge a las administraciones a "hacer algo para activar" el turismo. De opinión similar, José Antonio Domínguez, director del Hotel del Mar, lamenta la falta de información al alcance de los turistas. Desde la hostelería su presidente, José Magaz, apunta que los clientes "consumen poco".