La asociación Proyecto Gato tendrá que desalojar sus instalaciones en la Madroa. El Juzgado de Primera Instancia Nº 10 de Vigo ha determinado que la entidad destinada a la protección de los felinos debe abandonar el espacio que ocupa desde 2008 en virtud de un acuerdo alcanzado con la Asociación Protectora de Animales y Plantas. El juez le da la razón a la concesionaria y considera que Proyecto Gato "incumplió sus obligaciones". Contra la sentencia cabe ahora recurso de reposición.

La relación entre la Protectora y Proyecto Gato se remonta a marzo de 2008, cuando rubricaron un convenio de colaboración. El acuerdo alcanzado fijaba que la primera ponía a disposición de Proyecto Gato parte de sus terrenos y dependencias y le otorgaba una prestación de 3.000 euros mensuales. Dos años después, en marzo de 2010, la Protectora comunicó a la otra parte su decisión de rescindir el contrato alegando que durante meses no había cumplido sus funciones, no trabajaba con horario fijo y carecía de personal en la franja de atención al público. Desde 2010 es la Protectora la que se ocupa de la recogida de todos los animales.

Proyecto Gato mantiene por su parte que la concesionaria rescindió el contrato existente "sin causa justificada" e "incumplió la obligación de atender y proteger a los gatos al negarles el cuidado y la alimentación", lo que supone "abandono de animales", denuncia el colectivo de atención a los felinos.