El Auditorio Mar de Vigo sopla mañana su primera vela. Un año en el que ha sonado el folc y country alternativo, el pop y la música orquestal y coral en el complejo de Beiramar, donde tampoco ha faltado el ballet, con la interpretación de El Lago de los Cisnes y el Cascanueces. La nómina de artistas ha sido variada, con mucha representación española. David Bisbal, esta vez en versión acústica, Mónica Naranjo, o Enrique Bunbury con la gira de su "Licenciado Cantinas" cantaron en la sala principal, al igual que Luz Casal, que lo hizo el segundo día de vida del recinto. La fecha de inauguración la artista gallega, que acababa de volver a los escenarios tras una larga enfermedad, fue la encargada de poner voz a la ceremonia en un atestado hall con el bolero "Piensa en mí" y otra pieza, "Un nuevo día brillará".

El esperado Auditorio tardó en llegar, pero la programación, a pesar de la crisis, funciona. El concierto de Wilco y el de James Blunt, ambos muy diferentes, fueron los platos fuertes en materia musical. El artista británico abarrotó el 31 de julio la sala que puso al público en pie. Pese a haber sonado un millón de veces, su pegadizo "You´re beautiful" mantiene el tirón. En otra onda sin parecido alguno la banda de Jeff Tweedy ofreció un concierto arriesgado y brillante el 4 de noviembre en el que regresó a la experimentación. Otro lleno para el recinto.

La ópera llegó al Auditorio el 26 de julio con Aida de Verdi, dirigida por Vasyl Vasylenko. El espectáculo demostró por qué Vigo ansiaba el Auditorio. También se completó el aforo. Volvería el mismo género en noviembre, con la obra de Puccini Madame Butterfly. El musical aterrizó el 24 de septiembre de la mano de Greg Miller y su homenaje a Elvis. Por ahora el show "El Rey del Rock" es la única experiencia en esta vertiente. Pronto habrá otra, ya que el 14 de abril le llega el turno al tributo a Mecano. Un día antes subirán al escenario Los Chicos del Coro para interpretar canciones de la conocida película y de su último disco. El sosias de Elvis, por otra parte, volverá a mover la cadera en abril una vez más en el complejo cultural.

En estos 364 días hubo también espacio para las carcajadas en el patio de butacas, las últimas provocadas por Les Luthiers, que ayer completaron su espectáculo de lutherapia. Los argentinos acumulan un ejército de fieles y su inimitable estilo no falla. Moncho Borrajo y Los Morancos también pasaron por el escenario en los pasados meses.

Y la actividad de congresos, aunque con menos repercusión pública, ha sido muy intensa. Destacó el de la Sociedad Española de Medicina General, que llegó a reunir a casi 4.000 participantes. En junio se celebrará el primero de carácter internacional, éste de oftalmología. Otro evento masivo ha sido el salón Franquiatlántico, por el que pasaron 4.000 personas.

La zona comercial y de oficinas, asignatura pendiente

El Auditorio ha demostrado desde su apertura que puede captar una amplia variedad de oferta cultural y también de congresos y negocios, pero el complejo fue concebido con más servicios. Algunos están operativos, y otros, como el comercial y el de oficinas, todavía no. La cafetería funciona durante los eventos, y el restaurante de la terraza se encuentra ya acondicionado, celebrándose allí comidas, cenas y ágapes de carácter privado y para los asistentes de los actos que acoge el complejo. Próximamente está prevista su apertura al público de forma regular. El hotel de cuatro estrellas, gestionado por la empresa Carrís, lleva más de un año de actividad. Por contra, la planta baja, para uso comercial, sigue sin operador, y tampoco están alquilados los espacios de oficinas, estos ya acondicionados. El parking de 300 plazas abre con regularidad, no solo para los eventos.