Hace solo un mes que el ente impulsado por la Confederación de Empresarios de Pontevedra para promocionar el aeropuerto se constituyó de forma oficial y su director general, el experto aeroportuario Rubén López, se plantea ya abandonarlo. La negativa desde un principio del Concello a participar en el seno de este comité, el rechazo ahora de la Diputación de Pontevedra de aportar fondos públicos para el arranque del Instituto para la Promoción del Aeropuerto Vigo-Rías Baixas, y la falta de implicación de la Xunta ha acabado con su paciencia. "Estoy perplejo e indignado. Me parece increíble que no sean capaces de ponerse de acuerdo en un tema de esta relevancia", lamenta.

–Crearon la fundación pese a que el Concello se mantuvo al margen y pusieron su esperanza en el apoyo económico de Diputación y Xunta. ¿Cómo se siente después de que el vicepresidente provincial haya rechazado aportar financiación?

–Frustrado, tanto como profesional del sector aeroportuario, como ciudadano y como empresario. No puedo concebir que tengamos un plan coherente, que sepamos lo que hay que hacer y que no podamos ejecutarlo porque las personas que nos representan políticamente en la Diputación, la Xunta y el Concello no son se ponen de acuerdo.

–José Manuel Figueroa considera que invertir dinero público en esta nueva fundación sería "tirar el dinero"...

–No lo comparto. A mí lo que no me parece racional es que se estén gastando más de 150 millones en las ampliaciones de Peinador y que luego a alguien se le pongan los pelos de punta y se escandalice al pensar que hay que poner 80.000 o 100.000 euros para promocionar de forma eficaz el aeropuerto. Escuchar esas palabras de Figueroa o de quien sea me parece inconcebible.

–Barajan un presupuesto inicial de 120.000 euros. ¿Es una cantidad indispensable para arrancar? ¿En qué pensaban invertirla?

–Con ese dinero queríamos hacer el trabajo de campo, comenzar las negociaciones y tener un remanente mínimo. Pero en principio era una propuesta y los empresarios dijimos que estamos dispuestos a aportar una parte. Pero hay que ser realistas; con coste cero no podemos hacer nada.

–Sin el apoyo del Concello ni el respaldo económico de la Diputación y con la respuesta de la Xunta todavía en el aire ¿tiene sentido seguir con la fundación?

–No. Si en los próximos días no se establece un camino claro y si la Xunta, la Diputación y el Concello siguen yendo cada una por su lado, dimitiré como director general de la fundación. Sin apoyo económico y tirando las administraciones hacia sus interés políticos, no tiene sentido que también los empresarios vayamos por nuestra cuenta.

–¿Siente que ha fracasado?

–Para nada. Tanto José Manuel Fernández Alvariño y Javier Garrido –presidente y vicepresidente de la CEP– como yo trabajamos mucho en este planeamiento. Yo estoy orgulloso, y así deberían sentirse todos los empresarios, porque fuimos capaces de poner sobre la mesa una propuesta real, operativa que necesitaba un mínimo apoyo y que servía para cambiar la tendencia de Peinador. Parece simple, pero ninguna de las administraciones fue capaz de hacerlo hasta ahora.

–Pero el suyo no es ni el primer plan que se presenta, ni tampoco el primer comité aeroportuario que se crea...

–No, claro que no, pero nuestra intención era que fuera un organismo despolitizado, aunque una vez más se están imponiendo los personalismos y cada uno actúa en función de sus bazas políticas. ¿Conclusión? Peinador se hunde.

–¿Confía todavía en la coordinación tanto política como de los aeropuertos?

–No lo creo, lo deseo. Para ello es necesario que tanto Feijóo como Caballero cedan un poco cada uno y se sienten a la mesa. Se lo pediría humildemente a los dos. Que cedan parte de su protagonismo y que junto con la Diputación y el resto de concellos busquen alternativas conjuntas.

–¿Qué pasen por la fundación de la patronal?

–Eso ya es lo de menos. Si al final es otro ente, a mí me valdrá. Lo importante es que haya una voz única y apoyada por todos.

–Caballero insiste en la Vigo Convention Bureau...

–Si así se decide, también me vale. Pero remando entre todos y en la misma dirección, sino será más de lo mismo.