Vigo contará con el demandado servicio de mediación familiar. Tras la negativa del Colegio de Abogados a participar en esta oficina de resolución de conflictos en procesos de separación o divorcio sin necesidad de llegar a juicio, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la Xunta han conseguido el apoyo de la Universidad de Vigo para poner en marcha esta iniciativa, que según anunció ayer el director xeral de Xustiza, Juan José Martín, entrará en funcionamiento "antes de verano" tras la firma de un convenio a tres bandas.

Las partes celebraron ayer su primera reunión –a la que también asistieron el juez decano, Germán Serrano, y la delegada de la Xunta, Mª José Bravo Bosch– para establecer las bases del acuerdo. Por el momento lo que ya está decidido es que el Gobierno autonómico aportará los medios materiales y la Universidad un equipo especializado de juristas y psicólogos. La intención es que el servicio se ubique en los juzgados, pero debido a sus problemas de espacio, también se baraja la posibilidad de emplazarlo en la delegación de la Xunta. "El sitio es indiferente. En Santiago está en la EGAP (Escola Galega de Administración Pública) y en Ourense en el Colegio de Abogados. Hay manuales que recomiendan que no esté cerca de los edificios judiciales", esgrimió el director xeral de Xustiza.

El Gobierno gallego pretende extender el servicio de mediación familiar a todos los partidos judiciales con juzgados especializados –en familia–. Por su parte, el Consejo General del Poder Judicial está especialmente volcado con el fomento de las medidas de mediación para reducir el "exceso de litigiosidad" –y consecuentemente agilizar la justicia– y, sobre todo, para "mejorar el servicio al ciudadano". Así lo expresó el vocal del CGPJ para Galicia, Manuel Almenar, quien precisó que la mediación familiar "puede contribuir a solucionar conflictos sin una judicialización, es decir, sin vencedores ni vencidos como suele haber en casi toda sentencia judicial".

Psicólogos y juristas

Esther González, catedrática de Derecho Procesal, se encargará, junto con la catedrática de Psicología Jurídica del Menor, Francisca Fariña, de poner en marcha el servicio de mediación familiar en Vigo, que atenderá a las parejas que ya han iniciado un proceso de separación o divorcio ante los juzgados de familia y que quieren buscar una solución consensuada a su ruptura en temas como la custodia de los hijos, el régimen de visitas o la pensión alimenticia, entre otros. "Es el propio juez de familia el que valorará cuándo un asunto se puede derivar a mediación. Si los cónyuges aceptan someterse a la mediación, el proceso judicial se suspende y se inicia el trabajo de los profesionales adscritos al servicio de mediación", explica Esther González.

Por su parte, Antonio Dorado, vocal del Consejo, destacó los "resultados satisfactorios" de otros servicios de mediación ya en marcha. En Galicia hay experiencias en Ourense y Santiago. Precisamente la capital gallega "registra el mayor índice de acuerdos" de España, afirmó Dorado, quien agregó que los procesos en mediación familiar se resuelven entre un 35 y un 40% de los casos. En cuanto a los tiempos de respuesta, más de la mitad de asuntos se atienden entre 15 y 30 días.