La Xunta se topa con la oposición del Gobierno de Mariano Rajoy –de su mismo color político– a las subvenciones a compañías de bajo coste. El Ministro de Turismo, José Manuel Soria, rechazó ayer que se prime a las low cost, política que desarrolla el Ejecutivo gallego en Lavacolla desde 2005 y, como mínimo hasta 2013. Aunque en Peinador también financió una bajo coste –igual que el Concello con Vueling en la ruta a Londres– fue solo en 2010 y para una única ruta internacional: Bruselas. En 2011 apostó por Air Nostrum; y para 2012 todavía no ha desvelado qué hará ni en Vigo y A Coruña. "Son pan para hoy y hambre para mañana", censuró el ministro en referencia a la política de aerolíneas como Ryanair que, al igual hizo en Santiago, amenaza con marcharse si no se le sigue pagando.

Soria criticó duramente a todas las autonomías que están primando a las low cost. En este sentido, animó a los responsables políticos a reflexionar sobre si es más necesario "incentivar turistas que vengan a dormir o abrir centros de atención primaria".

"Carácter estable"

En contraposición a las bajo coste, el ministro de Turismo rompió una lanza en favor de las empresas tradicionales y defendió que se apoye a las aerolíneas "que apuesten por España con carácter estable y no con cuestiones vinculadas a subvenciones", remarcó. "Si las compañías continúan operando con ayudas se producirá un trasvase del pasaje de las aerolíneas convencionales con tripulaciones estables", alerta.

Este fue precisamente el efecto que provocó la política del Ejecutivo gallego durante los últimos años. El convenio firmado con Ryanair por la Xunta de Fraga en 2005, que mantuvo el bipartito PSOE-BNG y que renovó en 2010 por tres años el Gobierno de Núñez Feijóo, no contribuyó a aumentar el tráfico aeroportuario gallego, sino que causó un trasvase de viajeros desde Peinador y Alvedro hacia Lavacolla "arrastrados" por las reducidas tarifas de las aerolíneas subvencionadas.

El tráfico aéreo gallego se redujo en 270.000 viajeros desde 2007. Pese a ello, Santiago ganó más de 400.000; y entre Peinador y Alvedro perdieron cerca de 600.000. La crisis económica y el desvío de viajeros del área de Vigo hacia el aeropuerto de Oporto explican los más de 200.000 usuarios restantes que pierde Galicia y que no se "trasvasaron" a Santiago.

El alcalde, Abel Caballero, volvió a criticar ayer a la Xunta por esta política, a la que atribuye además la decisión de Air Nostrum de cancelar el vuelo a Valencia. "Siguen las ayudas a Lavacolla desde la Xunta y significan competencia desleal con Vigo", dijo. El regidor anunció que en los "próximos días" tratará los recortes del "grupo Iberia" en Peinador con responsables de la aerolínea.

En 2013 –cuando vence el convenio entre Xunta y Ryanair– Lavacolla en general, y la low cost irlandesa en particular, habrá cumplido nueve años consecutivos recibiendo ayudas públicas con una aportación aproximada de más de 9 millones de euros.

El llamamiento del ministro Soria de acabar con las subvenciones a las aerolíneas low cost no es el primero que recibe la Xunta. Como publicó FARO, el organismo autonómico de turismo (Turgalicia) le aconsejó ya, sin fortuna, que pusiera fin a estas ayudas. "La demanda de viajeros low cost internacional está conformada básicamente por residentes en Galicia y en el extranjero. Los datos nos aconsejan a no invertir en los patrocinios publicitarios de las aerolíneas de bajo coste porque turísticamente no son rentables", avisaron. Según el informe, de los 180.000 viajeros de bajo coste de 2010 en Galicia, solo 25.700 fueron extranjeros de vacaciones en la comunidad gallega.

Por otra parte, en la misma comparecencia en la que José Manuel Soria se manifestó en contra de las ayudas concedidas por las comunidades autónomas a las líneas de bajo coste, el ministro de Turismo anunció que no habrá incentivos fiscales ni reducción del IVA para el sector turístico a pesar de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se refirió a ellos durante el debate de investidura.