"En modo ninguno podemos sustraernos, decía el FARO el 23 de diciembre de 1896, al deseo de expresar la satisfacción que nos produce cada paso de adelanto que se da en Vigo, elevando su grado de cultura material al nivel de los pueblos donde, por el influjo de las modernas conquistas de la ciencia se van haciendo, en la medida que las exigencias sociales lo requieren, la implantación de las reformas que contribuyen a hacer más cómoda y conveniente la vida de las sociedades".

Y es que un día antes, la luz eléctrica llegó a Vigo "entre vítores y aplausos" del público que se había congregado en las calles y plazas donde se habían instalado las lámparas.

"No podemos menos de felicitarnos por la reforma establecida en Vigo, en lo que al sistema de alumbrado se refiere", se señalaba en la crónica del día 23, "y felicitar también cordialmente por tal mejora a la empresa concesionaria, al representante de la misma D. Francisco Saunier, al director de ella en Vigo, señor Del Diestro y al joven e inteligente ingeniero encargado de hacer la instalación, Mr. Marius Oottavox, individuo de la Sociedad Alsaciana de Construcciones Mecánicas de Belfort".

La reseña refleja que "el alumbrado eléctrico no es, propiamente hablando, de una necesidad ineludible, pero se atempera y corresponde mejor que ningún otro con ese espíritu progresivo de la época en que vivimos y significa, cuando menos, para los pueblos donde se establece, una directa participación en el movimiento hacia la perfección a que todos aspiramos dentro del círculo de nuestras propias conveniencias y de la economía a que tienden todas las modernísimas aplicaciones de la industria".

Según la crónica, "llegado el momento de inaugurar la maquinaria, procedióse a encender uno de los motores instalados y, desarrollado el fluido, el alcalde accidental señor Ozores, acompañado de los Sres. Oottavox, Saunier y del Diestro, estableció los contactos de las lámparas situadas en el interior del edificio y los de los poderosos focos que, para solemnizar aquel acto, habían sido previamente instalados en la Puerta del Sol y plaza de la Constitución".

La hermosa luz "con que los dos centros de 503 bujías dispuestos, iluminaron el local donde se hallaban reunidos los concurrentes, fue acogida con evidentes demostraciones de satisfacción y regocijo".

La instalación del alumbrado eléctrico en la ciudad se realizó "con los últimos adelantos, y con el indudable interés que la empresa concesionaria ha puesto, pues con la maquinaria inaugurada, la iluminación que se obtiene, es clara y sin intermitencias ni alteraciones. El equipo está formado por tres preciosos motores, de 30 caballos de fuerza cada uno que accionan dos dinamos a razón de 250 amperes además de una batería de acumulación compuesta de 142 elementos".

La instalación es "trifilar y se compone de unos conductores primarios, uno termina en la columna la Puerta del Sol, otro por la calle de Policarpo Sanz hasta la de Colón, donde se bifurca para terminar en las columnas situadas al principio y al fin de esta ultima calle. Tanto sobre estas dos columnas como sobre la de la Puerta del Sol, hay planchas, una caja de distribución, de las que arrancan los cables que forman la red distributiva secundaria".

Y por si acaso se advertía que "la fuerza eléctrico-motriz en la red es de 120 volts y por lo tanto absolutamente inofensiva"