José Luis Campos Novo se puso al frente de la Asociación de Constructores de Pontevedra (APEC) el pasado julio en un momento muy duro para el sector. Las dificultades para conseguir financiación y los escasos niveles de contratación han puesto en jaque a docenas de empresas que compiten masivamente por las humanizaciones de Vigo para intentar "sobrevivir".

¿El interés suscitado por la nueva oleada de humanizaciones en Vigo es un reflejo fiel de la situación de las constructoras o da una visión exagerada?

Es una radiografía exacta. No me sorprende esta elevada demanda porque en la provincia conozco incluso obras más modestas a las que se presentaron 80 empresas. Es una locura.

¿Alguna vez se hubiera imaginado tal interés por proyectos de apenas 800.000 euros?

Hace solo tres años hubiera sido impensable encontrarse a Dragados o a Acciona optando a obras de medio millón de euros y hoy es algo habitual. Es una etapa completamente nueva.

¿Tan escasa es la actividad para registrar una media de 40 aspirantes en cada humanización?

La construcción está pasando un momento muy delicado y creo que el primer trimestre de 2012 será peor; crítico. Me preocupa que esta demanda desmesurada traiga consigo una bajada temeraria de los presupuestos. Al haber tanta competitividad pueden llegar a adjudicarse obras con rebajas de hasta el 40% y al final los pocos proyectos que se adjudican en concellos como Vigo solo sirven para que una empresa sobreviva unos meses.

¿Puede repercutir esta rebaja de costes en la calidad?

Desde luego. En la calidad de la obra y en las condiciones en las que se ejecuta porque muchas veces la materializan subcontratas. Las rebajas bruscas de presupuesto se transmiten en cascada a los contratistas y ese es uno de los grandes riesgos que tiene entregar este tipo de obras pequeñas a grandes firmas.

¿Sería partidario de un mayor control de los proyectos por parte de las administraciones?

Presupongo que hay la vigilancia necesaria y que todos estamos dentro de la legalidad. Pero tampoco puedo obviar que las condiciones de trabajo no siempre son las idóneas.

¿Es suficiente la obra pública actual para asegurar el futuro del sector de la construcción aunque sea a medio plazo?

Las humanizaciones de Vigo son un alivio y si se repitieran en más concellos gallegos supondrían una

ayuda importantísima. El problema es que muy pocos ayuntamientos tienen capacidad de invertir. Vigo tiene una economía saneada y puede realizar mejoras, pero es una excepción porque en general no hay obra pública ninguna. Desde julio me he entrevistado con muchos alcaldes y alguno ya me avanzó que el próximo año no van a dedicar ni un solo euro a obra nueva.

Los sindicatos y la oposición denunciaron que las humanizaciones en Vigo crearon mucho menos empleo del prometido. ¿Reclamaron a Abel Caballero en su última reunión?

El alcalde nos manifestó en noviembre su intención de seguir invirtiendo y es de elogiar el esfuerzo que está realizando. Fuimos críticos con una fase del Plan E en la que se concentró mucha obra en una única empresa de tal forma que la iniciativa no creó tanto empleo como cabría esperar. Pero confiamos en que esta vez se adjudiquen las reformas a empresas del área de Vigo y con trabajadores de la zona para que los proyectos produzcan riqueza en la ciudad.

¿Sufren muchos impagos por parte de las administraciones?

Muchísimos. No se cumplen los 45 días de plazo legal previsto para 2012 en casi ningún caso y precisamente hace unos días firmamos un convenio con el bufete vigués Garrigues para que asesore a nuestros socios y estos puedan emprender acciones legales contra las administraciones, sobre todo ayuntamientos, que no cumplen de forma razonable.

¿Conoce ya algún caso?

Sé de varias empresas que van a aprovechar esta opción.

¿Alguna en Vigo?

Que yo conozca no.