El Concello inició ayer las primeras obras para la urbanización del llamado polígono 11 de O Calvario, entre Gregorio Espino, San Roque y la calle Ruiseñor, donde se proyectan nueve edificios que suman 150 pisos. El paso inicial consistirá en la demolición de una vivienda en muy mal estado con frente a San Roque, de la que se conservará la fachada trasladándola a otra ubicación, y después se acometerán los viales y demás espacios exteriores con una inversión de 4,2 millones. La actuación se desarrolla por el sistema de cooperación, con lo que se convierte en la primera del nuevo Plan Xeral que se ejecuta mediante esta fórmula, en la que es el Ayuntamiento el que realiza directamente la obra pública en vez de hacerlo los propietarios, y luego reparte los costes entre todos ellos.

La manzana tiene 12.000 metros cuadrados y la urbanización reordena algo más de la mitad del espacio con el derribo de varias edificaciones, la construcción de nueve inmuebles de tres a diez plantas, y la creación de un viario interior, un espacio de tránsito peatonal y otras zonas públicas. Dentro del ámbito se hallan la iglesia parroquial de San Pablo y las dependencias de la tesorería de la Seguridad Social, que no se verán afectadas. Tampoco lo están otros edificios de construcción reciente.

Con frente a Gregorio Espino se proyectan tres bloques de diez plantas, uno de ellos con tres portales, mientras que con fachada a Ruiseñor la urbanización diseña otro inmueble de seis alturas y hacia San Roque se prevén tres de seis niveles y uno de cinco. Completa la parte residencial un inmueble interior de tres plantas. Urbanismo tramita, según fuentes municipales, la licencia para la construcción de uno de los edificios.

El proyecto de urbanización incluye la creación de un vial interior en "U" con entrada y salida por San Roque, además de distintos espacios libres de uso público que suman 4.300 metros cuadrados de superficie. Hacia Ruiseñor quedará abierta una conexión peatonal.

"Muy deteriorada"

El alcalde, Abel Caballero, la edil de Urbanismo, Carmela Silva y otros concejales del gobierno visitaron ayer el ámbito para asistir a los primeros trabajos en la vivienda a demoler. "Es una zona muy deteriorada y se mejorará la conectividad entre San Roque y Ruiseñor, demoliendo un edificio para abrir un vial de tráfico rodado interior, conectando toda la urbanización", manifestó el regidor.

De los 6.300 metros cuadrados de superficie afectados por la reordenación, 2.500 serán ocupados por las nuevas edificaciones. "La actuación supondrá una mejora importante en una zona relevante de la ciudad, y la obra pública tendrá coste cero para el Ayuntamiento porque se repercutirá el gasto a los propietarios", apostilló el regidor. La previsión del departamento de Urbanismo es que los viales y espacios exteriores estén finalizados a principios de 2013.