A los golpes de la crisis y el paro el pequeño comercio suma otro enemigo: los hurtos. Asociaciones de comerciantes de la ciudad denuncian "un repunte" en los pequeños robos hasta convertirse en la tónica habitual de su día a día. "A lo largo de una jornada nosotros podemos registrar hasta media docena de incidencias" , explica el presidente de la Asociación de Comerciantes Centro Príncipe, Cándido Rial, quien señala que los "amigos de lo ajeno" se centran tanto en las mercancías como en los bolsos y carteras de los clientes. Por todo ello los comerciantes piden una mayor presencia policial durante la campaña de Navidad. La Policía Local ya ha anunciado que "reforzará" su control.

Los comercios más afectados son los del centro urbano. Raúl Fontán, gerente de la Asociación Zona Centro, explica como "es raro el día en el que no se produce un hurto". "No es algo sangrante ni supone nuestra ruina pero en los últimos meses sí se ha producido un repunte de los casos", anota Fontán. La opinión es similar en la "milla dorada" del comercio vigués, donde Rial alerta de que en muchos casos los responsables son reincidentes. "Aquí en Príncipe tenemos hasta nuestra propia Billy el niño, es una mujer a la que todos conocemos y siempre entra en las tiendas para hurtar", explica el responsable de Centro Príncipe.

Aunque el robo a pequeña escala es un viejo conocido de los comercios lo que sorprenden a los propietarios es su aumento. Un fenómeno que para Encarna Álvarez, presidenta de la Federación de Comerciantes de Vigo (Fecovi), puede responder al aumento del paro y el desempleo de larga duración. Para Cándido Rial la mayor parte de los hurtos responde sin embargo a la actuación de bandas organizadas que conocen perfectamente su "profesión". "Saben hasta qué cantidad deben robar para que no sea un delito", apostilla. Los negocios más afectados son los dedicados a la vente de ropa y droguería.

Desde el Centro Comercial Gran Vía su gerente, Fernando Pinto, avisa además de otra novedad entre los rateros: la innovación. "Hace poco cogimos a una persona que tenía inhibidores de alarma", apunta antes de recordar que ya se ha encontrado hasta con "bolsos preparados para los hurtos que la gente compra por Internet". El gerente de los comerciantes de Zona Centro señala que muchos cacos hurtan en grupo. "Acuden varias personas para despistar al vendedor", reconoce Fontán. Para alertar a sus socios de estas nuevas tendencias Zona Centro envía circulares informativas a las tiendas.

La mayoría de los comerciantes coinciden al señalar la indefensión de la que se sienten víctimas. "Estamos muy poco protegidos. No se trata de tener a un policía en cada puerta pero nosotros estamos en la calle y el miedo siempre está ahí", aclara Encarna Álvarez. Su homólogo en Centro Príncipe avisa de que "muchos comerciantes ya no dan parte de los hurtos". Según explica Rial el coste de tiempo y dinero que supone denunciar un pequeño robo disuade a los propietarios de negocios de acudir a la Comisaría. "Los comercios están justos de personal y si aún por encima tienes que emplear una mañana entera para denunciar una pequeña cantidad ya no lo haces", zanja Rial.