El primer nanosatélite universitario español desarrollado por cinco grupos de investigación de la Universidad de Vigo en colaboración con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) iniciará su viaje entre el 17 y el 21 de enero desde la nueva plataforma de lanzamiento europea VEGA, en la Guayana Francesa. Xatcobeo estará en órbita un mínimo de tres meses a una altura de entre 300 y 1.450 kilómetros de altitud. El pequeño satélite de apenas un kilogramo de peso y un volumen de 10 centrímetros cúbicos fue ideado hace más de tres años con objetivos educacionales, pero su desarrollo e inminente lanzamiento tendrá también aplicaciones prácticas. Permitirá probar una radio-software para mejorar las comunicaciones con tierra durante el vuelo, medir la radiación de los anillos Van Allen y sus efectos sobre la electrónica embarcada y validar un nuevo mecanismo de despliegue de los paneles solares que lleva acoplados para incrementar la potencia de los picosatélites destinados a investigación.

El rector vigués, Salustiano Mato, y el coordinador del proyecto, Fernando Aguado, coincidieron ayer en que la puesta en órbita de Xatcobeo es solo "el primer paso de una línea de investigación estratégica para el futuro de la Universidad". "Nos abre las puertas de la internacionalización, nos proporciona una mayor visibilidad en el exterior y además supone un elemento de motivación para el alumnado", resumió satisfecho el rector, que apostó por el desarrollo del programa "Vigo Tecnolóxico" y por realizar un mayor esfuerzo en ingeniería aeroespacial.

El proyecto se encuentra en su última fase y esta misma semana el dispositivo será enviado a la sede en Holanda de la Agencia Espacial Europea (ESA) para completar su proceso de integración antes del traslado definitivo a Sudamérica en noviembre. Xatcobeo embarcará en el vuelo inaugural de VEGA, en el que viajarán un satélite principal y varios microsatélites en dispensadores aislados para garantizar que cualquier fallo en estas cargas secundarias no perjudica el éxito global de la misión.

Con un presupuesto de 1,2 millones de euros, el nanosatélite gallego es el primero de una universidad europea que se construye cumpliendo los estándares de la ESA y será probado en una órbita nueva para satélites miniaturizados a través de los anillos Van Allen, cuya elevada radiación supuso todo un reto técnico para los investigadores y obligó a construirle una coraza –que representa casi el 30% de su masa– para garantizar una duración mínima de su electrónica de tres meses, aunque su vida útil podría extenderse hasta un año. El seguimiento de los datos obtenidos se realizará desde Vigo y concluido el viaje, el ingenio no se convertirá en basura espacial porque al entrar de nuevo en la atmósfera se desintegrará con facilidad.

Rumbo a Holanda

Las condiciones exigidas por la ESA obligan a mantener a Xatcobeo en una "cámara limpia", por lo que ayer sus creadores no pudieron mostrarlo, aunque proyectaron imágenes de los últimos días y una recreación virtual de cómo será su lanzamiento dentro de tres meses. Un grupo multidisciplinar de más de 60 investigadores y alumnos de Telecomunicaciones, Industriales y de Ingeniería Informática participaron en la materialización del satélite, que además de ayudar a desarrollar nueva tecnología supone, en palabras de su coordinador, Fernando Aguado, "la demostración de que se puede hacer ciencia con un coste mucho más reducido".

En la presentación de ayer en el campus vigués participó también el vicerrector de Transferencia, José Antonio Vilán, y dos representantes del INTA, Santiago Rodríguez y César Martínez, jefe del Área de Proyectos Espaciales del instituto, que definió el pequeño satélite vigués como "un gran éxito. Ha cumplido su objetivo educacional al 100%", destacando la implicación del alumnado y su capacitación en disciplinas "que no se aprenden en ninguna universidad".