Entre 2006 y 2008 Rubén López se encargó de la potenciación de Peinador como gerente de Provigo. En ese periodo el aeropuerto registró su máximo histórico de viajeros (1,4 millones) y por primera vez se abrió una conexión con Londres. Ahora, más de tres años después de su cese y ante la estrepitosa caída de la demanda y pérdida de vuelos, el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, José Manuel Fernández Alvariño, ha decidido “rescatarlo” para que elabore un plan de mejora. “En menos de 20 días lo tendrán sobre la mesa”, anuncia.

-El panorama es poco halagüeño; Peinador pierde demanda desde 2008 y corre el riesgo de cerrar el año por debajo del millón de viajeros. Tiene un reto difícil. ¿Cómo lo afronta?

-La situación es crítica porque no partimos de cero, sino de menos tres, pero tengo ilusión y creo que estamos a tiempo de remontar el vuelo.

-La crisis es general, sin embargo Peinador la está sufriendo en mayor medida que Lavacolla u Oporto. ¿Por qué?

-Porque en Vigo llevamos tres años sin rumbo ni timón en promoción aeroportuaria. Estamos en un pozo sin fondo que si no se remedia entre todos nos llevará a quedarnos sin nada o a tener que conformarnos con un aeropuerto con 800.000 viajeros como mucho, y con solo tres o cuatro rutas.

-¿Cómo se articulará el comité aeroportuario que proponen?

-Lo principal y básico para que Peinador funcione es despolitizar su gestión de inmediato. Las administraciones, todas, tienen que pujar, pero no gestionar. La CEP tuvo el acierto de liderar un proyecto de gestión, que es lo que se echaba de menos. Será un instrumento técnico y profesional con personas dedicadas las 24 horas a la promoción del aeropuerto.

-Para esto mismo se creó el Comité de Rutas de Galicia...

-Sí, pero fracasó porque se convirtió en un instrumento meramente político. Ahora, y visto lo visto, el futuro de Peinador hay que gestionarlo desde aquí. No podemos permitirnos el lujo de seguir sin hacer nada.

-Pero en los últimos años tanto Xunta como Concello han invertido fondos y abierto rutas...

-Lo que se hizo fue convertir Peinador en un aeropuerto de subasta. Y esto me pone los pelos de punta. Los resultados están a la vista.

-¿No hubiera firmado usted la subvención municipal a Londres (650.000 euros) o la de la Xunta a Bruselas y Sevilla (1,2 millones)?

-No de la forma en que se hizo. Un aeropuerto no vive de abrir rutas a no sé donde, sino planificando y promocionando; y esto en Vigo no se ha hecho.

-El alcalde, Abel Caballero, les dio la “bienvenida” y retó a los empresarios a que dijeran cuánto van a invertir. ¿De dónde pretenden lograr fondos?

-Me agrada que al alcalde le haya parecido bien la iniciativa de la CEP. Con su apoyo y el de la Xunta, que seguro será total, podremos recuperar la senda del crecimiento. Pero también los empresarios deberán aportar. Yo mismo, como pequeño empresario, estoy dispuesto. Eso sí, tendrá que ser este nuevo organismo el que gestione las inversiones; no los políticos.

-¿Cuánto dinero hace falta?

-No tengo una cifra, pero sí una reflexión. Es un sinsentido que se estén invirtiendo en Galicia más de 200 millones de euros en ampliar terminales y que luego nos rasguemos las vestiduras para invertir uno o dos millones en captar los aviones que las van a utilizar. Parece que queremos parecernos al aeropuerto de Castellón.

-Y a partir de ahí...

-Hay dos caminos posibles, pero trabajando siempre todos de la mano y con los entes encargados de promocionar Vigo. Por un lado, con negociaciones a medio plazo para que se asienten nuevas rutas internacionales y que den conectividad con el resto del mundo. No vale cualquier compañía, ni cualquier frecuencia, como hasta ahora. Otra posibilidad, más difícil pero que podría ser rápida y efectiva a corto plazo, es intentar que alguna aerolínea de bajo coste fije una base operativa en Vigo.

-¿Hacia qué destinos?

-París, que ya lo tenemos con Air France y que debemos mimar, Londres, Bruselas y Münich son los idóneos, pero con aerolíneas que den conectividad y garantías de permanencia. En las nacionales hay que intentar reforzar lo que ya tenemos.

-Lavacolla recibió en torno a ocho millones de la Xunta desde 2005 para abrir nuevas rutas mientras Vigo recibió menos de tres y en los últimos años. ¿Cree que se ha primado a Santiago?

-Claro que sí, pero basta de victimismos porque en buena medida es culpa nuestra. Ellos, al igual que Oporto, llevan años realizando promoción, y para las instituciones no hay nada más fácil que no haya nadie dando guerra, no política, sino profesional, y aquí, a excepción de los tres años de Provigo, no se hizo nada.

-Con estos fondos públicos Ryanair ha puesto en jaque desde Santiago hasta cinco rutas nacionales de Peinador. ¿Es posible competir contra su agresiva política de precios?

-Competir directamente contra la líder es imposible. Ryanair es capaz de ensombrecer y canibalizar las rutas que ya existen, y así está pasando.

-¿Qué debe hacer entonces Peinador?

-Para este caso particular hay que buscar caminos alternativos. Lograr que otra bajo coste como Vueling o Easyjet fije su base aquí en esos destinos afectados sería una buena alternativa.

-¿Y Ryanair?

-Lo veo muy difícil porque ya tiene un posicionamiento muy fuerte en Santiago y Oporto.

-La low cost irlandesa lleva recibiendo fondos autonómicos siete años consecutivos. ¿Le parece mucho tiempo?

-Desconozco los criterios que ha seguido la Xunta, pero creo que siete años es tiempo más que suficiente para consolidar determinadas rutas.

-¿Qué tiempo es necesario para que se vean los resultados del plan en el que ya trabaja?

-En un año sería posible frenar la caída de Peinador; en dos o tres se podría cambiar la tendencia y, para consolidarlo todo serían necesario al menos cinco años.

-¿Se podrán alcanzar los dos millones de viajeros?

-Cuando empezamos íbamos como balas hacia ellos; ahora la veo como una cifra muy difícil y lejana.