El recorte de ambulancias del 061 en toda la comarca de Vigo ya tiene su primera víctima: José Luis Pardo Táboas. Este vigués de 48 años años requirió de una ambulancia el pasado 29 de julio a las 14.20 horas y se tuvo que conformar con que su médico de cabecera dejase la consulta casi dos horas después para ir a su casa a atenderlo en medio de dolores insoportables. Esa fue la solución tomada por el servicio de atención telefónica del 061.

José Luis sufre desde 2002 una minusvalía provocada por un problema de columna –discopatía degenerativa– que se traduce en repentinos ataques de lumbalgia con dolores muy agudos. Precisamente, el 29 de julio se le quedó "literalmente bloqueada la columna" y, al no poder erguirse, tuvo que "colgarse" en la encimera de la cocina para que la espalda no sufriese más. Su cuñada estaba presente y llamó al 061 para explicar la situación y requerir una ambulancia. A pesar de todo, Urgencias decidió enviar un vehículo asistencial y sus técnicos, al ver el estado de José Luis, al borde de la inconsciencia, requirieron al 061 una ambulancia medicalizada que permitiese tratarlo antes de poder moverlo. "El 061 les dijo que se hacía cargo de la situación y a los 5 minutos me telefoneó mi médico de atención primaria que, como estaba en horario de consulta, el 061 le indicaba que acudiese a mi casa al finalizar su jornada laboral, sobre las 20.00 horas", comenta José Luis indignado, tal y como también explica en su escrito a la Inspección de Sanidad. "La doctora me llamó sorprendida, al explicarle la gravedad volvió a ponerse en contacto con el 061 para exigir la ambulancia medicalizada y, finalmente, apiadándose de mi abandono, dejó la consulta y sus pacientes y, con una enfermera, cogió un taxi y se vino a mi casa", dice.

La médico llegó a las 16.00 horas, le inyectó un analgésico y se quedó con José Luis hasta que le hizo efecto y pudo trasladarlo a su dormitorio, a continuación le expidió un volante para acudir a urgencias en caso de que el dolor no remitiese. Desde entonces la única explicación que ha obtenido José Luis ha sido a través de los técnicos de la ambulancia asistencial que días más tarde volvió a requerir por otro ataque. "Me dijeron que tenía suerte de que hubiesen venido, porque están recortando ambulancias y el 061 se ciñe al horario de consulta de los médicos, además comentaron que habrá solo dos vehículos de urgencias nocturnas y eso no puede ser".

"Exijo una disculpa por parte del servicio del 061 y del Sergas", subraya José Luis, que a los 15 minutos del ataque "ya no sentía ni las piernas ni los brazos" y era abanicado por su mujer "para no perder el conocimiento".

La situación se produce después de que el sindicato CIG denunciase el recorte de ambulancias en toda Galicia, según ellos, Vigo se quedaría solo con un vehículo medicalizado y tres asistenciales.