Iberocruceros avisó el lunes a las agencias de viaje de la modificación del crucero "Maravillas del Atlántico I" para sustituir la escala en Funchal (Madeira) por una visita a Tánger y el día de navegación por una parada adicional en Portimão, en el Algarve. La explicación oficial de la naviera es que el cambio de itinerario obedece a una demanda de los propios viajeros, que así lo habrían reclamado en las encuestas de satisfacción realizadas a bordo. Pero lo que sostiene el pasaje y se ha reconocido además a las empresas que comercializan los billetes, fundamentalmente en Vigo, Lisboa y Cádiz, es que se pretende evitar el oleaje del Atlántico y las quejas recibidas en las últimas semanas por los continuos mareos de los clientes.

El Grand Voyager, con capacidad para 927 pasajeros, sale de Vigo todos los domingos desde junio y hasta el próximo 21 de agosto. Es el barco más pequeño de Iberocruceros y por ello también el más expuesto a los golpes de mar. Según ha podido saber FARO, los problemas de inestabilidad se concentraban en el trayecto entre Casablanca y Madeira y entre esta localidad lusa y Lisboa, cuando las olas golpeaban el barco de costado provocando que diera bandazos que no afectaban a la seguridad de la nave pero sí provocaron decenas de visitas a la Enfermería.

"En algún caso se ha tenido que retrasar la salida de Madeira hasta las doce de la noche para dejar que la gente cenara tranquila y luego emprender el rumbo", confirman fuentes próximas a la compañía, que reconocen además que ha habido turistas que ante los problemas de estabilidad de la nave decidieron desembarcar en Cádiz o Lisboa y regresar a casa por carretera.

El cambio de itinerario supone la realización de tres escalas en Marruecos (Casablanca, Agadir y Tánger) y esta circunstancia no contenta a todos los viajeros debido a la proximidad de Tánger y Cádiz, donde embarca un porcentaje importante del pasaje y muchos de los cuales ya conocen la ciudad marroquí. Pero el mayor problema es que la modificación debía empezar a aplicarse en la salida que se realizará mañana desde Vigo, pero sin previo aviso se está probando con los pasajeros que partieron de la ciudad el 10 de julio y que alertaron de la situación desde alta mar a través de un correo electrónico con el ilustrativo enunciado "S.O.S".

FARO adelantó el miércoles su malestar por lo que consideraban "un incumplimiento de contrato" y su intención de emprender acciones legales "de forma conjunta" contra la compañía por no informarles del cambio antes de embarcar. Los pasajeros se enteraron de su nuevo trayecto el domingo por la noche a través de una circular que la compañías les dejó sobre las camas y en la que se informaba de que se eliminan los días de navegación por visitas a nuevos destinos "que les permitan conocer más ciudades. Además, buscamos mejorar la experiencia de los pasajeros a bordo del Gran Voyager, dado que, hasta la fecha, en 2011 las condiciones marítimas en el tramo a/desde Funchal no han sido las más idóneas para la navegación".

En el escrito se reconoce de manera implícita la intención de Iberocruceros de evitar el Atlántico por el estado de la mar este año, pero desde la empresa mantienen oficialmente que la supresión de la escala en Madeira "es una mejora" y que por ahora "la empresa no está preocupada por la posible anulación de reservas. Se hizo atendiendo a una demanda", asegura la firma que realizó su viaje inaugural desde Vigo como puerto base en abril de 2010.

Uno de los principales promotores de esa iniciativa fue Viaxes Loa, que por ahora no ha recibido ninguna cancelación por el cambio en el paquete ofertado hasta ahora. La agencia viguesa informó a todos sus clientes de la modificación, pero el gerente de la firma, Luis Otero, teme que puedan producirse reclamaciones económicos entre los turistas que no fueron informados. "Se lescambió el viaje sin que nosotros supiéramos nada y tienen razón en quejarse", reconoce el empresario.