En plena tempestad y cuando las turbulencias de la crisis eran más notorias, Thierry de Bailleul fue el elegido en 2008 para pilotar los mandos de Air France-KLM en España y Portugal para mantener el avión en el aire en medio de la tormenta económica. Su labor se centra principalmente en los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Bilbao, Lisboa, Oviedo y Vigo. La aerolínea une Peinador con la terminal parisina de Charles de Gaulle desde 2004. Ahora, ocho años después, presume de ser la ruta internacional más antigua de las que se operan en los tres aeropuertos gallegos y la única que nunca recibió ayudas públicas. Los más de 76.400 viajeros que transportó el año pasado la colocan además en el segundo puesto del ranking de destinos europeos desde Galicia tras el vuelo A Coruña-Londres de Vueling, financiada por el Concello herculino y que movió 83.106.

–Tras ocho años en Peinador, ¿cómo está afrontando la crisis el enlace Vigo-París?

–No es fácil. Estamos peleándonos para mantener nuestra presencia en Vigo, pero al igual que en el resto de España. Los resultados no están siendo positivos en términos de rentabilidad y no estamos totalmente satisfechos.

–¿En qué grado se está viendo afectada la ruta?

–La crisis produjo una caída importante de pasajeros, lo que nos obligó también a reducir los precios. Nuestro ingreso medio por billete descendió un 15%. Aunque ahora la demanda está estable, la rentabilidad del vuelo está deteriorada.

–¿No se plantea entonces la aerolínea aumentar frecuencias o abrir nuevas rutas?

–Lograr mantener la capacidad actual ya supone bastante esfuerzo. Hacemos todo lo posible para preservar lo que tenemos. Éste es ahora nuestro único objetivo en Vigo.

–¿Corre algún riesgo este vuelo de desaparecer?

–No suelo ser alarmista. Nosotros tenemos una estrategia de estabilidad, de fidelidad con el mercado y solo cerramos rutas en el último extremo. Esto no quiere decir que esté garantizanda la permanencia eterna del Vigo-París; pero admito que no sería bueno que la situación se deteriorara aún más.

–En A Coruña y Santiago se abrieron rutas a París con aerolíneas subvencionadas con dinero público. ¿Está afectando esta competencia al vuelo de Peinador?

–Obviamente. La situación en Galicia es muy competitiva y perjudica nuestros planes de desarrollo. La diferencia es que Air France opera sin recibir ninguna subvención. Esto perjudica y amenaza el futuro de nuestras operaciones en Vigo, porque tenemos competidores que además tienen ayudas que nosotros no. Las compañías trabajamos con arbitrajes. El día que Peinador se ponga en el último lugar de rentabilidad, podría desaparecer de nuestro mapa de rutas.

–¿Están en contra de las subvenciones a las aerolíneas?

–Estamos en contra de las que no son transparentes. Hay normas y reglas europeas que en España no se están respetando.–¿Tampoco en Galicia?

–Tampoco. Air France nunca fue consultada para participar en un concurso de subvenciones. No hemos sido considerados como iguales respecto a otros operadores.

–Sin embargo en algunos casos sí se convocaron concursos. ¿Por qué no participaron?

–Si se hace una lectura pormenorizada de las cláusulas de estos concursos se obtiene un retrato robot de la compañía que lo va a operar. En las condiciones que se exigen se refleja casi hasta el color del que deben ser los asientos del avión para poder optar a esas ayudas. Air France en Galicia nunca fue elegible. Además, las subvenciones se están haciendo solo para nuevos operadores, y esto tampoco está conforme a la normativa europea.

–Tanto la ruta a Londres como a París se opera en las tres terminales gallegas. ¿Cree que hay suficiente demanda para que puedan subsistir?

–Para Londres no lo sé con precisión. Pero hay que tener en cuenta que el área de captación de los tres aeropuertos es muy pequeña, y de alguna manera están en competencia. Si no hubiera subvenciones para operar el vuelo a París desde Alvedro o Lavacolla lo más seguro es que no fraguara. Personalmente, me enojaría ser contribuyente gallego y ver que se paga por una ruta que ya existe en Galicia en lugar de abrir otros destinos.

–¿Trasladaron esta queja a Xunta, Diputación o Ayuntamiento de Vigo, las administraciones que han subvencionado hasta ahora vuelos en Galicia?

–Hace dos años me reuní con representantes de la Xunta para expresarles nuestro malestar porque se estaba distorsionando el mercado. Les dije que no estábamos en contra de las subvenciones si se distribuían de forma transparente a partir de un concurso, pero esta reunión no tuvo consecuencias. Las prácticas no cambiaron.

–¿Considera Air France que está sufriendo una competencia desleal en Galicia?

–No sé si en términos jurídicos esto es así, pero obviamente lo percibo como tal. Air France no teme a la competencia. Al contrario, estamos a favor. Pero en este caso, una competencia en la que se dan ayudas a unos y a otros no, es una distorsión. Estamos jugando en la misma cancha, pero con reglas diferentes. Se está perjudicando a una compañía fiel durante ocho años y que ve como un castigo indirecto tener competencia subvencionada donde nosotros estamos peleándonos por sobrevivir.

–¿Se plantean acudir a los tribunales?

–Air France nunca tomó medidas legales en España, lo que no significa que no lo vayamos a hacer. A nivel general sí nos hemos quejado de estas prácticas a la Comisión Europea y predigo que va actuar contra este tipo de ayudas.

–Oporto, donde también se operan rutas a

París, se ve como el gran competidor de Peinador. ¿Teme la compañía un trasvase de viajeros de Vigo a Portugal?

–Si se considera Oporto como un competidor de Peinador, no me quiero imaginar Santiago y A Coruña. En Sá Carneiro nosotros operamos ya con nuestra filial Transavia y, por cierto, también sin subvención. Para nosotros es una competencia de segundo nivel respecto a Lavacolla o Alvedro.

–Las low cost se han puesto de moda por su agresiva política de precios. ¿Cómo valora este tipo de compañí

as?

–No les tenemos ningún miedo, pero no se puede olvidar que la mayoría no juegan con las mismas reglas que el resto. Tienen un producto muy simple y están financiadas con dinero público. La gente que paga un precio barato tiene que darse cuenta de que una parte está financiado con sus impuestos. Tienen una gran dependencia de estas ayudas y algunas basan su éxito únicamente en estas subvenciones.

–Esta semana la abogada general del Tribunal de Justicia Europeo se mostró a favor de que los viajeros de un vuelo París-Vigo de Air France cancelado en 2008 por una avería técnica fueran indemnizados por daños morales. ¿Comparte esta medida?

–Es un caso que está pendiente de una decisión judicial y que no puedo valorar. Las averías ocurren en todas las compañías. La diferencia es cómo se manejan. En nuestro caso, siempre hacemos por el cliente lo que está en nuestras manos y lo mejor que podemos.

–Air France cerró el pasado año su oficina de Peinador. ¿No cree que esta decisión va en detrimento de la atención al público?

–No es más que una adaptación de lo que quiere el cliente. Ahora no se necesita ir allí para reservar un billete. Cada vez era menos gente la que la utilizaba porque Air France permite realizar todas las gestiones a través de internet; desde la compra hasta el cambio de billetes. La atención al público no deja de existir por que no haya esta oficina. El buen indicador es que desde el momento que cerramos estos mostradores en casi todas las regiones españolas no tuvimos ninguna queja.

–Al vuelo Vigo-París le ha respaldado la demanda pese a tener un precio elevado. ¿Cuál es el secreto?

–No es cierto que seamos una compañía cara. Si lo fuéramos, no podríamos vender como vendemos. Ofrecemos una muy buena relación calidad precio, y eso es lo que perciben nuestros clientes. Respecto a los precios, tenemos, por ejemplo, promociones que permiten viajar de Vigo a Beijing (China) por 639 euros; o a Damasco, por 489. Me parecen precios muy competitivos. Además, no se puede olvidar que Air France, con una frecuencia de tres vuelos diarios desde Vigo, conecta la ciudad vía París con 244 destinos distribuidos por los cinco continentes.