La odisea que pasaron 69 vigueses en el aeropuerto parisino de Charles de Gaulle en septiembre de 2008 –donde pasaron la noche después de que su avión de Air France con destino Peinador regresara a París por problemas técnicos y a los quince minutos de haber despegado – ha abierto un intenso debate en el seno de los órganos jurisdiccionales de la Unión Europea sobre el derecho o no de estos viajeros a ser indemnizados. Tres familias presentaron una demanda en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra exigiendo una compensación. La primera batalla ya la ganaron. La abogada general del Tribunal de Justicia de la UE (TUE), Eleanor Sharpston, defiende en un informe remitido al alto organismo europeo que deben ser resarcidos.

La letrada arguye que no solo tienen que ser indemnizados por la cancelación del vuelo, sino también que Air France les debe costear los gastos complementarios (hotel, comidas, transporte desde otro aeropuerto diferente al previsto...) y resarcir incluso por los daños morales.

Los siete vigueses demandantes (dos matrimonios con un hijo cada uno y otro viajero) reclaman 250 euros por la cancelación; y entre 600 y 300 más por daños morales. Además, una de ellas reclama otros 170 por el taxi que les trajo de Oporto a Vigo, ya que Air France los recolocó en un avión con destino a Portugal. El otro matrimonio pide 43,7 euros por comidas y por el coste de un día más que tuvieron que pagar en la guardería en la que habían dejado a su perro.

La interpretación del término "cancelación" en el reglamento europeo centra la discusión de los abogados comunitarios. Incluso los Gobiernos francés y británico –según se recoge en el informe– han alegado en contra de los viajeros vigueses. La polémica surgió tras la petición de una aclaración por parte del Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra. "¿Debe interpretarse en el sentido exclusivo de ausencia de salida del vuelo en los términos programados o también en el sentido de cualquier circunstancia que haga que dicho vuelo con reserva haya despegado pero no llegue a su destino, incluido el regreso forzoso por circunstancias técnicas al aeropuerto de origen?", pregunta.

Para la abogada de la UE no cabe duda que este segundo supuesto –el que sufrieron los pasajeros vigueses– es una cancelación. "Cuando se programa un vuelo para transportar a los pasajeros de A a B, y éste sale de A según lo programado pero después regresa a A y no prosigue ulteriormente [...] no puede decirse que ese vuelo se haya realizado", argumenta. La abogada añade un agravante. "De hecho, parece que en el presente caso se ofreció muy poca atención o asistencia a los demandantes". Una carencia por la que –asegura– "los pasajeros pueden reclamar el reembolso de cualquier gasto realizado, [...] lo solicitaran o no en el momento oportuno", añade.

Para los Gobiernos británico y francés un fallo a favor de los demandantes vigueses podría ser incluso contraproducente. "Advierten del riesgo de que si se considerara que un regreso de la aeronave a su aeropuerto de origen constituye una cancelación del vuelo, los pilotos podrían verse presionados para continuar el vuelo, en vez de efectuar el regreso, para evitar que el transportista aéreo tenga que pagar una compensación. Aducen que tal presión podría poner en peligro la seguridad de la aeronave", se recoge en el informe.

Según fuentes consultadas por Europa Press, las opiniones de la abogada general no vinculan al TUE, aunque "éste suele atenderlas en el 80% de los casos". Los jueces empiezan ahora a deliberar y la sentencia final se dictará en un momento posterior.

Los demandantes, las familias Pato (un matrimonio y su hija de cuatro años); López (un matrimonio y su hijo de seis años) y el señor Puga formaban parte de los 69 pasajeros que contrataron el vuelo París-Vigo con Air France con salida a las 19.40 horas del día 25 de septiembre de 2008.

? Despegue. El avión partió de Charles de Gaulle según lo programado. A los pocos minutos el piloto decide volver al aeropuerto de origen por un problema técnico en la aeronave.

? De vuelta a tierra. El personal de la aerolínea solo ofreció asistencia y un hotel para pasar la noche al señor Puga. Las dos familias durmieron en otra terminal de Charles de Gaulle, ya que de la que debían salir cerraba a medianoche.

? Alternativas. Air France ofreció a la familia Pato un vuelo a Oporto que partió de París (Orly) a las 7.05 horas del día 26 de septiembre (casi 12 horas después de lo previsto). En la ciudad lusa pagaron 170 euros por un taxi a Vigo. La familia López fue recolocada en el vuelo París-Vigo de las 19.40 (un día después del viaje contratado). El señor Puga accedió la mañana del día 26 a volver a Peinador vía Bilbao.