Un total de 87 enfermos de cáncer de pulmón han sido operados en Vigo a través de cirugía mínimamente invasiva, es decir, sin necesidad de abrir la caja torácica para extirpar el tumor. Fátima fue el primer hospital de Galicia en realizar este procedimiento quirúrgico, y desde su inicio, en 2006, la técnica está totalmente consolidada al haber intervenido a 55 pacientes. Emilio Peña, cirujano torácico en el centro de Vía Norte, es el único médico en la ciudad olívica que efectúa este tipo de operaciones. Después de formar a facultativos del Complejo Hospitalario de A Coruña (Chuac) –allí estas intervenciones se realizan desde 2008–, ahora enseña este abordaje a profesionales del Xeral, donde 32 vigueses se han beneficiado de la toracoscopia en solo unos meses.

Las ventajas que presenta esta cirugía poco agresiva son numerosas. Al no abrir el tórax del paciente y no seccionar ningún músculo, las complicaciones disminuyen considerablemente: se reduce al máximo el dolor del postoperatorio, la mecánica de ventilación (el movimiento de los pulmones) no se ve alterada, el usuario goza de mayor confort para respirar y solo debe permanecer ingresado en el hospital entre dos y tres días, frente a un mínimo de siete que requiere la cirugía convencional, según explica el doctor Peña, quien destaca que estas operaciones mínimamente invasivas están especialmente indicadas para enfermos con riesgo quirúrgico elevado o con pobre función pulmonar, personas que no tolerarían una toracotomía estándar. La duración de la operación se reduce a unas dos horas.

En cuanto a la eficacia del tratamiento, los médicos son optimistas. "Ya se sabe que es un abordaje seguro. Ahora tenemos que saber si se sobrevive más, aunque la sensación es que se puede vivir más años con esta técnica. La teoría con la que trabajamos es que tiene más opciones de curación", comenta Emilio Peña.

Procedimiento complejo

La complejidad de este procedimiento quirúrgico es el principal motivo de que no se generalice en el sistema sanitario, pues el instrumental y el equipo necesario para desarrollarlo "es el que puede tener cualquier hospital", precisa el cirujano. Estas operaciones requieren de mucha experiencia ya en cirugía convencional y, obviamente, también en intervenciones poco invasivas.

El facultativo se sirve de tres pequeños orificios en el paciente para operarlo. Por el de mayor tamaño, de 4 centímetros, introduce el material quirúrgico para trabajar, al igual que por otro de 1 centímetro. La tercera incisión, también de 1 centímetro, se utiliza para insertar una óptica. "En cuanto al equipo tecnológico, utilizamos un monitor de dos dimensiones, con bastante profundidad", agrega el doctor Peña.

Esta cirugía no puede aplicarse a todos los enfermos de cáncer de pulmón. "Cualquier tumor al que se prevé la extirpación de uno o dos lóbulos es candidato a este tipo de intervención", precisa el cirujano torácico. "Lo ideal es detectarlo lo más precoz posible", concluye.