La dirección del Parque Nacional Illas Atlánticas ha declarado la guerra al eucalipto. A lo largo de este invierno se han talado ya dos hectáreas de esta especie invasora llegada de Australia, que ocupa la cuarta parte del archipiélago y, además de desplazar a la vegetación autóctona, consume los escasos recursos hídricos de la isla. Esta eliminación no afecta al paisaje, ya que no se aprecian calvas de terreno desde la costa, y se sitúa entre el Alto del Príncipe y la playa de Figueiras. Actualmente se están extrayendo los rebrotes y, según los consejos de los técnicos, se dejarán sin repoblar algunas zonas y en otras se plantarán las especies autóctonas cerquiño (quercus pirenaica wild) y pino común (pinus pinaster).

El invierno que viene se eliminarán otras dos hectáreas del entorno de la playa de Cantareira, donde ya en 1998 se habían retirado ejemplares. El objetivo final, sin embargo, no es dejar la isla sin ningún eucalipto, "porque algunos pertenecen a variedades tan singulares que tienen también un valor ecológico", expone José Antonio Fernández Bouzas, director del Parque Nacional. De hecho, en Cíes se cuentan hasta 18 especies diferentes, cuando en toda Galicia hay alrededor de la treintena.

La acacia negra, procedente de Tasmania, es otra de las amenazas al parque desde hace varias décadas y por eso se han retirado también ejemplares en dos hectáreas de la zona del antiguo quemadero. Se cree que esta especie llegó para ornamentación y como tutor de viñas en la zona del ribeiro. Además se empleó para estabilizar paredes en las zonas de vías de tren.

"Las islas Cíes no son un ecosistema aislado", matiza uno de los técnicos del parque que trabaja con las especies invasoras. De hecho, explica que muchos tipos de caña foránea ahora muy difíciles de eliminar "llegaron mediante la flotación de las semillas". Vinagretas, margaritas africana, robinias y chumberas son otras de las plantas que están desplazando a la flora autóctona. De hecho, el año pasado retiraron 5.000 kilos de este cactus en Ons.

En el mar el peligro lo representa el sargazo, un alga que llegó en los años 80 de Japón al importarse semillas de ostra y que se encuentra en Rodas y Carracido. Actualmente está en su ciclo de expansión y se trabaja para erradicarla.

Y si conocido es el estrago que causa el visón americano o la rata en el territorio del Parque, ahora hay que sumar al gato, abandonado en la isla por visitantes. El felino extermina a los lagartos y, según un estudio de la Universidad de Vigo, impide que el reptil juegue el rol de dispersor de plantas. La dirección del Parque continúa trabajando para capturar a estos mamíferos.