El trueque inmobiliario resucita con fuerza. Decenas de vigueses con propiedades a la venta desde hace años o con necesidad de trasladar su domicilio por motivos laborales han renovado su estrategia e intentan dar salida a sus inmuebles intercambiándolos por otros de similares características o valor aproximado. El parón en las ventas durante los últimos tres años ha multiplicado a través de internet las ofertas de particulares dispuestos a canjear sus bienes, pero también las inmobiliarias empiezan a sumarse a este negocio y ofrecen la posibilidad de la permuta a sus nuevos clientes.

De forma muy resumida, las principales ventajas del trueque de viviendas o locales comerciales es que evita que los dueños con apuros económicos se deshagan de sus propiedades por menos de lo que pagaron, ahorra impuestos y resuelve parte de las dificultades actuales para obtener financiación, pues se trata de una doble compraventa donde parte del pago se realiza con un bien propio y se reduce así la cuantía del préstamo.

Por el contrario, la dificultad añadida para materializar este tipo de operaciones es encajar las aspiraciones de los dos compradores, sostiene Marcos Álvarez, gerente de Eseice. La empresa tramitó el cambio de un adosado en San Andrés de Comesaña por una vivienda en Coia, pero reconoce su portavoz que la disparidad de las ofertas enreda en ocasiones el acuerdo. Pone como ejemplo uno de los casos en los que trabaja ahora la inmobiliaria: el intercambio de una propiedad en Tenerife por otra en Vigo y que les exige localizar a alguien interesado en invertir en las islas.

La casuística con la que trabajan es infinita y un buen ejemplo son los anuncios de particulares en cinco webs que concentran el grueso de la actividad. En el área de Vigo hay decenas de ofertas activas en estos momentos: el cambio de un piso en el centro por una casa a las afueras; pisos en Sanxenxo por un chalet en los alrededores de Vigo; apartamentos en la ciudad olívica por una casa en Baiona o Nigrán, o intercambios de bienes entre O Grove y A Coruña con Vigo.

Las inmobiliarias Eseice y Alfa Ferlopa, pionera en la ciudad en este tipo de operaciones hace ya tres años, advierten que el principal requisito que exige el trueque es que los dos interesados sean solventes. En la mayoría de los casos se trata de gente que no da vendido una propiedad, rechaza hacerlo a muy bajo precio o perdiendo dinero, familias que no pueden afrontar la hipoteca firmada en tiempos de bonanza y buscan un piso más modesto o, sencillamente, trabajadores que recurren a esta fórmula porque los trasladan de ciudad y no pueden esperar un año o más a que les surja comprador para su actual residencia.