Aliviada por la desconvocatoria de la huelga del personal de Aena, Noelia Martínez mantiene el optimismo que irradia desde que asumió el mando de Peinador hace menos de un año. Reconoce que todavía le falta experiencia en el cargo, y aunque sabe que algunas decisiones no gustan a su entorno más veterano, se siente a gusto e ilusionada con imprimir un nuevo estilo a la dirección. Salvo por los resultados de movimientos de pasajeros que siguen sin acompañarle, le sobran razones para estar esperanzada en que el aeropuerto remontará este bache que, admite, "me desconcierta". Ningún otro director heredó tanta inversión –suman más de 100 millones– en infraestructuras: un parking de casi 3.000 plazas, nuevo edificio de oficinas y la ampliación de la terminal. "Espero estar aquí para inaugurarlas todas", confiesa con entusiasmo.

–La realidad no coincide con su optimismo. Peinador fue la única terminal gallega que cerró 2010 perdiendo pasajeros.

–Sinceramente, yo esperaba el año pasado no haber bajado, aunque descendimos sólo un 0,9% y fue por la huelga de controladores. Cierto que fui muy optimista al decir que subiríamos un 1%, pero es que si no hubiera sido por el diciembre tan malo que tuvimos hubiéramos llegado a esa cifra,

–Pues la tendencia continúa.

–Es verdad. Los primeros meses del año, porque estamos en la misma temporada de invierno, seguimos perdiendo pasaje pero ahora empieza la de verano con rutas nuevas como Londres o Bruselas, y estamos trabajando para mejorar las infraestructuras. Y confío, también por el apoyo de las instituciones, que se están volcando en la búsqueda de rutas, en romper esa tendencia.

–La ruta a Madrid, la que más pasajeros mueve, pierde millares de usuarios, algo inaudito.

–Nosotros tenemos un perfil de pasaje de un 50% de negocios y otro 50% de ocio. Y la bajada se ha visto en los dos rangos. Es que las empresas han bajado los viajes de negocio y los viajes de ocio también han descendido. Los aviones a Madrid suelen llevar muy buena ocupación pero sólo puedo atribuir la pérdida de pasaje a la crisis.

–De lo que indican las estadísticas, ¿qué es lo que más le preocupa?

–Por el poco tiempo que llevo en la dirección de este aeropuerto me faltan claves para interpretar estas bajadas y subidas de pasajeros. No tenemos una línea muy definida; estable. En ocasiones, las estadísticas me resultan desconcertantes. Llevo un control casi a diario de los pasajeros y de cómo van los vuelos, pero todavía no entiendo algunos comportamientos de la demanda.

–¿Todo es culpa de la crisis?

–Es que el tráfico de mercancías sí aumenta y esto da una idea de que el tejido empresarial de la ciudad se está recuperando. Y por eso estoy convencida de que la recuperación del pasaje podría ir a la cola de esta aumento de las mercancías, y eso espero.

–Precisamente los empresarios demandan que el aeropuerto abra 24 horas para hacerlo más competitivo. ¿Qué hace falta para ampliar el horario?

–Se hace un estudio de ampliación de horario cuando hay peticiones de las compañías. Y ahora mismo eso, que es fundamental, no lo hay. Es decir, no hay ninguna compañía que haya decidido poner un vuelo regular a las tres de la mañana.

–Empresas como Citroën tuvieron que recoger mercancías en Lavacolla porque se desviaron allí sus vuelos al estar cerrado Peinador.

–Aena no puede, y sobre todo ahora en la situación que atravesamos, asumir esa ampliación sin el compromiso formal de una compañía de que utilizará el aeropuerto durante esas horas. Previamente a lo ocurrido estos meses, a Citroën siempre que pidió de manera excepcional la entrada de un vuelo se le atendió. Y ha habido vuelos para Citroën que han entrado a las 2.00 y hasta las 3.00 horas.

–Pero casi como "favor" teniendo en cuenta la importancia de la compañía.

–Bueno, como favor o no, porque a la gente se les paga sus horas. Sí que es verdad que el aeropuerto hace un esfuerzo económico pero que siempre estamos dispuestos a hacerlo.

–¿Y qué más necesita el aeropuerto, aparte del horario, para atender mercancías?

–Lo tenemos todo. Y no quiero ni mencionar lo ocurrido con los aviones que traían pescado. Es que tenemos un Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) y una terminal de carga que son la envidia y no se han estrenado. Y dispone de todo y cuenta con todas las autorizaciones y no se han llegado a utilizar.

–¿Y por qué motivo?

–Pues por lo que estoy diciendo respecto al horario. De repente se dice "es que puede venir un vuelo con pescado fresco" y Aena, con la mejor de las disposiciones, y atendiendo las demandas empresariales y la presión que se ejerció en su momento, invierte el dinero, que es de todos, para atenderlo. Y ahora ver una infraestructura como la que tenemos paralizada me duele. Y de verdad, costó mucho hacerlas. Y ahora no tenemos ese tipo de carga. Pero si hay compañías interesadas y lo solicitan, mañana mismo Peinador está en disposición de atender esos aviones y toda clase de mercancías.

–Desde Aena insisten en que los directores están para gestionar, pero mientras, terminales como Oporto actúan de forma más comercial. ¿No sería conveniente cambiar de estrategia?

–Es que yo no tengo contacto con ninguna compañía ni puedo decirle a una aerolínea, como hace cualquier director de un aeropuerto europeo, "vente para mi terminal que te rebajo el 50% de las tarifas", porque como modelo de gestión no es esa nuestra labor.

–Pero sólo Peinador padece la competencia directa de Oporto. ¿Merece, entonces, una atención especial?

–Quizás porque vengo de fuera veo que el debate está muy centrado en la viabilidad de tener tres aeropuertos y que genera el temor a cerrar uno de ellos, y tengo que recordar que un aeropuerto que mueve un millón de pasajeros es una terminal considerable. Peinador mueve tantos pasajeros como Asturias, y nadie piensa que se va a cerrar el de Asturias, y tampoco está tan lejos. Este aeropuerto es viable y se está trabajando para que lo sea más y para que el millón de personas lo siga utilizando y se pueda llegar al millón y medio. Y 1.500.000 para un área de influencia que yo la tengo calibrada en 500.000 pues son muchos pasajeros los que tiene Peinador. Efectivamente un millón de pasajeros para un área de influencia de cinco millones sería poco, pero no es así. Y debemos ser conscientes de que la cercanía de otras terminales recorta nuestra área de influencia.

–Tendrá un millón pero del segundo en demanda pasó al tercer puesto, por detrás de Alvedro. Por eso le pregunto si necesita un respaldo especial.

–Aquí las compañías vienen porque les sale rentable los vuelos. Si Air France, por ejemplo, viene y va tres veces al día a París sin que nadie le apoye lo hará porque les sale rentable los vuelos. Digo esto porque para mí es muy significativo.

–Eso es como contentarse con lo que tenemos.

–Pero tampoco hay que obsesionarse con traer low cost, por ejemplo. A veces hay que valorar lo que te pide el mercado. Por poner un ejemplo, para que tres personas viajen a Nueva York, ¿hay que patrocinar ese vuelo? Pues no. Lo que no tiene mucho sentido es patrocinar un montón de vuelos sin darle una continuidad para que sean viables con el tiempo. Es decir, se puede patrocinar un vuelo para fomentar que esa ruta nazca, pero si esa ruta no es viable en sí misma, ¿hasta cuándo vas a continuar fomentándola o patrocinándola? Es que es la ley de la oferta y de la demanda. Tú puedes apoyar un producto con una campaña publicitaria muy buena pero si ese producto luego no se vende, pues lo tienes que retirar del mercado porque no puedes seguir con unas campañas publicitarias que te arruinen.