Ni la lluvia ni el frío o la niebla frenaron la conciencia ciudadana sobre la singularidad paisajística, natural y patrimonial de la Serra do Galiñeiro, que sirve de unión geográfica entre Vigo y las comarcas de Val Miñor, A Louriña y Baixo Miño. Más de 1.400 personas acudieron a la primera marcha reivindicativa por sus cumbres para exigir la máxima protección para el enclave y evitar la instalación del parque eólico que la Xunta ha adjudicado a Terra do Vento.

La Plataforma Pola Protección da Serra do Galiñeiro, integrada por 25 colectivos vecinales y ecologistas, convocó el recorrido, que partió pasadas las diez y media de la mañana de ayer encabezado por ciclistas y jinetes y seguido por una marea de caminantes. Tras una pancarta en la que podía leerse "Pola protección da Serra do Galiñeiro", los asistentes completaron una ruta de dos horas y media que partió y regresó al parque forestal de Vincios, después de pasar por los puntos más altos de la sierra.

En medio de la ruta, los manifestantes aplaudieron el manifiesto, que destacaba la zona como un referente paisajístico, su riqueza geológica, natural, la existencia de innumerables yacimientos prehistóricos, su patrimonio inmaterial, así como su uso deportivo y cultural por parte de miles de personas. Por todo ello, la marcha denunció proyectos altamente impactantes como los molinos de viento previstos y otros que ya han dañado la zona como las plantaciones de invasoras o las canteras.