El catedrático de Física de la Universidad de Vigo Luis Liz Marzán (Lugo, 1965) recibió ayer en Oviedo el XX Premio DuPont de la Ciencia por sus aportaciones investigadoras en el campo de las nanopartículas metálicas. El profesor ya fue distinguido anteriormente por la Real Sociedad Española de Química, la Universidad de Melbourne y recibió el premio Humbold. Hace unas semanas se convirtió en el primer gallego en obtener un proyecto de élite europeo al hacerse con una beca Advanced Grant que el Consejo Europeo de Investigación concede a científicos con una carrera consolidada. Recibirá 2,3 millones de euros durante los próximos cinco años para los estudios que desarrolla en el seno de su grupo de Química Coloidal.

Liz Marzán manifestó ayer en la capital asturiana, con motivo de la entrega del DuPont, que las nanopartículas metálicas ofrecen diversas aplicaciones, especialmente relevantes en el campo de la energía. El profesor añadió que el desarrollo de nuevos materiales en este ámbito ayudan a buscar "sistemas más eficientes".

A su juicio, las aplicaciones de nanoplasmónica, a las que se ha referido como micropartículas que permiten analizar los movimientos de electrones en metales, se remontan a la época de los romanos. Liz Marzán citó las vidrieras de las catedrales como un ejemplo del cambio de color que experimentan los materiales cuando se analizan partículas muy pequeñas, y mencionó la medicina –en investigaciones especialmente sobre cáncer– y las de medio ambiente –centradas en sustancias tóxicas– como otras posibles aplicaciones.

Liz Marzán precisó que el oro y la plata son los materiales en los que ha basado parte de su investigación, elegidos porque su "rendimiento es el mejor" y "químicamente" son "más estables". "Cuanto mayor sea el nivel de educación de la sociedad más progresaremos todos y más facilidades tendremos para que surja el desarrollo local", subrayó el catedrático, quien destacó que en los últimos 20 años el nivel de calidad de la ciencia ha aumentado en España, si bien ha incidido en que "llevará un tiempo" el que sea trasladado a la sociedad.

Además, se refirió a las "necesidades" a las que se enfrentará la investigación en los próximos años, entre las que mencionó la necesidad de una producción que conlleve "más eficiencia en la calidad de las tierras".

Por su parte, el presidente de DuPont para España y Portugal, Enrique Macián, cifró en 1.400 millones de euros la inversión anual que esta compañía realiza en investigación y desarrollo. Comentó que, "como empresa científica", la ciencia es la "razón de ser" de la compañía, que ayer reunió en Oviedo a la mitad de los ganadores del premio, que alcanza la veintena de galardonados. Se creó en 1991 bajo los auspicios del profesor Severo Ochoa con el objeto de "estimular las iniciativas que constituyan una contribución importante al avance de la ciencia y de sus aplicaciones". Está dotado con 30.000 euros.