El vigués Alfonso Molinos Louro ha ganado un juicio contra Coca Cola y su compañía de seguros por daños causados en la cocina de su casa de vacaciones tras derramarse varias latas de tónica Nordic, propiedad de la multinacional americana.

El procedimiento, que se siguió en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Vigo, condenó a Coca Cola y a la aseguradora Groupama a abonar al demandante la cantidad de 3.475,95 euros. La compañía de refrescos ha aceptado el pronunciamiento judicial dictado por el citado juzgado y no ha interpuesto ningún recurso.

El peritaje que la multinacional presentó en el juzgado cifraba los daños en la cocina en tan solo 1.330 euros y no aceptaba como hecho cierto y motivado la responsabilidad reclamada.

La demanda de Alfonso Molinos, interpuesta por el abogado Manuel Iglesias Fernández, solicitaba inicialmente el pago de 5.220 euros. En 2008, el demandante, al regresar a su casa de vacaciones y después de unos días de ausencia, comprobó cómo las latas de tónica que había dejado en el armario continuaban cerradas y con las anillas de plástico que sujetan el pack. No obstante, el líquido que contenían se había derramado de forma "misteriosa" estropeando el armario y dañando la plaqueta de la cocina, que quedó teñida de un color oscuro que era imposible eliminar con productos de limpieza.

"Al ver aquel panorama y comprobar cómo el líquido procedía de las latas me quedé atónito, no solo por cómo había quedado la cocina sino porque entonces era un gran consumidor de esa marca de tónica e inmediatamente pensé en los efectos que aquello podía causar en mi organismo", indica Molinos.

Tras los hechos se sucedieron una serie de reclamaciones telefónicas a la compañía que no fueron debidamente atendidas. Ante tal pasividad decidió enviar un correo electrónico al servicio de atención al cliente de Coca Cola en Estados Unidos. "Ese correo hizo actuar a la delegación española, pero como no existió voluntad de reparación convenimos la presentación de una demanda judicial ", argumenta.

Durante el procedimiento el vigués aportó un informe que cifró los daños en 5.220 euros. Las discrepancias, según el auto judicial, surgen esencialmente entorno a la cuestión de la procedencia de cambiar todo el baldosado en la cocina y no solo en las plaquetas directamente dañadas, así como por la partida relativa al transporte y almacenaje del mobiliario y electrodomésticos en tanto se efectuaban las reparaciones. Ante esto, el juzgado encargó un informe a un perito independiente que sirvió para el fallo final.