El Puerto ha tapado con lonas las dos esculturas realizadas por Ramón Conde para recibir a los cruceristas a los pies de la Estación Marítima. El conjunto representa el adiós de una familia a un hombre a punto de embarcar para buscar fortuna en otro país. "Lo más significativo es la contraposición entre la sensación de movimiento que transmite el protagonista y la de que lleva una pesada carga encima", resume su creador semanas antes de que se descubran las dos piezas coincidiendo con la inauguración de las obras de acondicionamiento y pavimentación de las explanadas portuarias, proyecto al que se destinaron 4,6 millones de euros.